Las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) de México han otorgado residencia por razones humanitarias a cuatro balseros cubanos que fueron rescatados recientemente en alta mar cerca de las costas de Tamaulipas. Este acto de generosidad refleja la disposición de México a ofrecer ayuda y protección a individuos en situaciones de extrema vulnerabilidad.
Los migrantes, rescatados por pescadores el pasado sábado 4 de mayo tras más de un mes a la deriva, enfrentaron condiciones extremadamente duras en el mar, incluyendo severa deshidratación y desnutrición. Su odisea comenzó el 1 de abril cuando partieron de Cuba en una balsa improvisada con láminas y madera. Desafortunadamente, su timón se rompió y quedaron a merced de las corrientes y tormentas severas que resultaron en la trágica pérdida de cuatro de sus compañeros.
Seguismundo Doguin Martínez, el titular del INM en Tamaulipas, informó que dos de los sobrevivientes, Yurieski Romero Hernández y Mario Sergio Márquez Ventura, ya han recibido tarjetas de residencia. Estas tarjetas les permitirán trabajar y abrir cuentas bancarias en México. Ambos han sido alojados temporalmente en la Casa del Migrante en Matamoros hasta que puedan adquirir la solvencia necesaria para alquilar su propio hogar.
Los otros dos sobrevivientes, Rogelio Loasis Fuentes y Diosan Lazo Loasis, aún permanecen hospitalizados, pero se espera que pronto puedan completar también los trámites para su estatus migratorio bajo la misma categoría de humanidad por vulnerabilidad.
El encargado del INM también explicó que los balseros no tenían la intención original de llegar a Estados Unidos, sino que su destino inicial era Cancún. Sin embargo, se vieron desviados hacia el Golfo de México por las corrientes marinas y terminaron en Tamaulipas.
Este incidente ha llamado la atención sobre la peligrosa situación que enfrentan muchos que deciden emprender viajes tan arriesgados en busca de mejores condiciones de vida. El rescate y la subsiguiente asistencia humanitaria proporcionada por México destacan la importancia de la solidaridad y el apoyo internacional para personas en circunstancias desesperadas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) también ha intervenido, con el cónsul general en Monterrey, Fabio Álvarez, proporcionando asistencia consular a los sobrevivientes. La tragedia ha subrayado la necesidad continua de abordar las causas subyacentes de la migración por razones económicas y políticas, y de buscar soluciones duraderas para aquellos que se encuentran en riesgo.