Las imágenes recientes publicadas por el periodista cubano Mario J. Pentón revelan una preocupante situación en la provincia de Cienfuegos, Cuba, donde se ha documentado el transporte de huesos de res destinados al consumo humano en un contenedor de basura. Este suceso ocurre en un contexto de crisis alimentaria que ha agudizado las dificultades de acceso a alimentos de calidad en la isla.
El periodista, a través de su página de Facebook, denunció que la carne de estos huesos fue supuestamente reservada para la alimentación de los dirigentes del poder popular provincial, exacerbando las críticas hacia las prácticas gubernamentales en relación con la gestión y distribución de recursos alimenticios.
Esta no es la primera vez que se reportan incidentes de este tipo en Cuba. El año pasado, el administrador de la bodega 1163, en el municipio 10 de Octubre de La Habana, fue encarcelado por transportar cajas de pollo en un camión recolector de basura destinadas a la venta a la población. Este acto resultó en una acusación por propagación de epidemias, un delito que bajo el Código Penal cubano puede acarrear hasta ocho años de prisión.
La práctica de transportar alimentos en condiciones insalubres ha generado una amplia condena entre los cubanos, especialmente en un momento donde las colas para comprar incluso los huesos, que apenas contienen carne, son interminables. La falta de transparencia sobre el destino final de la carne que originalmente recubría esos huesos solo añade más frustración y desconfianza hacia las autoridades, quienes no proporcionan respuestas claras a estas preguntas.