En una reciente visita a Moscú, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se reunió con Vladimir Putin, entregándole una carta personal de Raúl Castro, según reveló Díaz-Canel en Twitter. El encuentro, descrito por el mandatario cubano como muy grato, fue el punto culminante de su visita oficial a Rusia.
Durante la reunión, ambos líderes discutieron sobre los retos que enfrentan sus países, reafirmando su apoyo mutuo. Díaz-Canel compartió con Putin la difícil situación que vive Cuba debido al intensificado bloqueo, el cual impacta significativamente en la vida diaria de los cubanos.
El presidente cubano aprovechó la oportunidad para felicitar a Putin por su reciente reelección, destacando el amplio apoyo popular que recibió en Rusia. Además, agradeció la invitación a participar en los festejos del Día de la Victoria, resaltando la importancia de recordar la victoria soviética sobre el fascismo, un evento histórico que, según Díaz-Canel, algunos en Occidente intentan negar o tergiversar.
La visita también tuvo un tono de celebración, pues coincidió con los festejos por el Día de la Victoria en Rusia, una fecha que conmemora la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Díaz-Canel enfatizó que el fascismo es una amenaza que, según él, parece resurgir.
Tras concluir su agenda en Rusia, Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta Peraza, emprendieron el viaje de regreso a Cuba. La visita fue descrita por la cancillería cubana como una oportunidad para abordar temas prioritarios de la relación bilateral entre Cuba y Rusia.
Mientras tanto, en Cuba, la opinión pública mostró signos de frustración respecto al viaje presidencial. Algunos ciudadanos expresaron en redes sociales su descontento por lo que consideran un uso excesivo de recursos en viajes oficiales, en contraste con las dificultades diarias que enfrenta la población, como los frecuentes apagones y la escasez de recursos básicos.
Una internauta comentó en Cubacute Noticias que mientras la clase dirigente realiza viajes costosos, los cubanos comunes enfrentan «apagones y escasez». Otro usuario criticó la situación de «medicamentos y alimentos a precios locos» mientras los líderes gastan «dólares y euros» en sus desplazamientos internacionales. Estos comentarios reflejan una palpable desconexión entre las acciones gubernamentales y las necesidades cotidianas de los ciudadanos cubanos.
