Mercenarios cubanos que luchaban para el Ejército ruso en Ucrania se vieron implicados en la muerte de su comandante, a quien asesinaron en respuesta a un «trato humillante», según informaron medios ucranianos y el movimiento partisano Atesh. De acuerdo con RBC Ukraine, fuentes detrás de las líneas enemigas reportaron que estos mercenarios, pertenecientes al 428 regimiento de fusileros motorizados en la región de Donetsk, actuaron contra su superior por someterlos a humillaciones, palizas y apropiación de sus salarios.
Un representante de Atesh, que realiza operaciones de sabotaje e inteligencia en territorios ocupados por Rusia, confirmó que los responsables directos del asesinato han sido trasladados a la región de Rostov, en Rusia. Atesh, que significa fuego en tártaro de Crimea, se describe a sí mismo como un grupo dedicado a recopilar información sobre los movimientos militares rusos, principalmente en Crimea y otras zonas ocupadas.
Mientras que blogueros militares rusos han intentado desacreditar a Atesh, calificándolo como una creación de la inteligencia ucraniana para exagerar la resistencia, los medios rusos etiquetan al grupo como una organización terrorista prohibida por el Kremlin. Atesh surgió tras la invasión a gran escala de Rusia en 2022 y representa solo una de varias organizaciones de resistencia en las zonas ocupadas.
La situación de los mercenarios cubanos ha estado rodeada de controversia, especialmente después de que un cubano involucrado en la invasión rusa advirtiera a otros reclutas a través de un video viral, donde afirmaba: «Esto es un mensaje para todos los soldados cubanos que se encuentran acá en Ucrania. Llevo tiempo acá en la guerra ya y les voy a decir que nos están estafando todo nuestro dinero».
El hombre, con el rostro cubierto y acento del oriente cubano, denunció la falta de pago, la ausencia de documentos legales, y la constante estafa y engaño a los que estaban siendo sometidos, instando a sus compañeros a no perder la vida en vano.
El escándalo del reclutamiento de cubanos como mercenarios para Rusia estalló en el verano de 2023, provocando una respuesta del gobierno de La Habana tras la denuncia pública de dos jóvenes cubanos engañados con falsas promesas de empleo. A pesar de la detención inicial de 17 personas involucradas en una red de tráfico de cubanos, la situación no ha mostrado signos de resolverse completamente, y el flujo de cubanos hacia Rusia continúa sin transparencia.
En marzo, Ucrania instó a los gobiernos internacionales a intervenir más decididamente para prevenir el reclutamiento de sus ciudadanos por parte de Rusia, presentando a ocho prisioneros de guerra extranjeros, incluido un cubano, como prueba de la contratación de extranjeros en la invasión rusa. Este cubano, Frank Darío de Guantánamo, fue capturado por tropas ucranianas y su testimonio añade más evidencia a las denuncias sobre la situación.