Cubanos que peleaban como mercenarios junto al ejército ruso se quedan en la calle tras ser expulsados de sus filas: “Nos han estafado”

Redacción

Un grupo de mercenarios cubanos se encuentra en una difícil situación en las calles de Moscú, atrapados sin documentos ni el pago prometido, después de ser expulsados del ejército ruso. El medio independiente elTOQUE habló con siete de ellos, quienes afirmaron haber sido reclutados engañosamente para luchar en Ucrania, diciendo: “nos estafaron”.

Estos individuos declararon que se les ofrecieron salarios atractivos y beneficios migratorios, pero ahora se ven obligados a dormir en terminales de autobuses o aeropuertos, enfrentándose a la estafa y al abandono. Según los testimonios, dos mujeres identificadas como Elena Shuvalova y Dayana David Díaz fueron quienes les prometieron pasaportes rusos y otros incentivos por unirse a las fuerzas de Putin en Ucrania, promesas que resultaron falsas una vez en el frente.

Uno de los afectados expresó en un audio enviado en abril: “Nos estafaron, nos amenazan”. Explicó que no recibieron el salario completo ni documentos legales que justificaran su estancia en Rusia. El reclutamiento de estos cubanos se hizo público en mayo de 2023 cuando elTOQUE reportó sobre su presencia en el conflicto.

A pesar de las afirmaciones iniciales de las autoridades cubanas de haber detenido la red de reclutamiento, pruebas recientes indican que estas actividades continúan. Los reclutas expresaron que desde el inicio fueron engañados, firmando contratos que no comprendían y sin recibir la compensación acordada.

Algunos alegaron que las reclutadoras se apropiaron de parte de sus salarios, y otros fueron despedidos del ejército sin explicaciones claras. Además, se reporta que algunos son amenazados para que regresen al combate, a lo que se resisten.

Desde noviembre del año pasado, ha habido reportes de muertes de cubanos en el frente, y las familias en Cuba han expresado desesperación, denunciando que sus jóvenes fueron engañados con contratos para trabajos de construcción, siendo enviados en realidad al frente de batalla.

Una madre recibió promesas de la repatriación del cuerpo de su hijo, muerto en un ataque con drones ucranianos, solo para descubrir más tarde que había sido enterrado en una fosa común.