El gobierno de Cuba declaró este miércoles que «más de cuatro millones» de ciudadanos participaron en marchas por todo el país durante las celebraciones del Primero de Mayo.
Esta cifra, inesperadamente alta y optimista, ha levantado escepticismo entre observadores que dudan de la veracidad de las estadísticas proporcionadas por el gobierno, en un contexto de profunda crisis económica, política y social.
El diario estatal Granma expresó: «Así amanece hoy Cuba, hecha «mar» de gente en avenidas, poblados y plazas en los que se celebra la fiesta del proletariado, que es también una manera de defender las razón».
Sin embargo, el artículo no detalla cómo se llegó a tal estimación.
Esta mañana, la presidencia cubana indicó en X que unas 200 mil personas participaron en el acto más destacado, celebrado en la Tribuna Antiimperialista.
La mayoría de los participantes eran empleados de empresas estatales y estudiantes.
A pesar de enfrentar una severa crisis en áreas como alimentación, salud y vivienda, que afecta a gran parte de la población, el gobierno destacó un supuesto amplio respaldo popular. Con frecuentes cortes de electricidad, escasez de alimentos y bienes de primera necesidad, y un deterioro de los servicios básicos como la salud y la educación, el gobierno sigue organizando estas grandes marchas para fortalecer su imagen.
Mientras tanto, las protestas espontáneas continúan siendo reprimidas en la isla. Recientemente, el gobierno sentenció a 15 años de cárcel a manifestantes pacíficos de Nuevitas que en 2022 tomaron las calles para exigir electricidad.