En los últimos días, se ha generado una gran atención en torno a las consecuencias de la inclusión de Cuba en la lista de países «patrocinadores del terrorismo». Recientemente, la prensa estatal en Cuba destacó las declaraciones de una congresista estadounidense, quien afirmó que al menos 300 mil personas que visitaron Cuba desde varios países europeos posteriormente no fueron elegibles para la visa ESTA.
Desde enero de 2021, el Departamento de Estado de EE.UU. designó a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo (SST), lo que ha generado complicaciones para los nacionales de 41 países que pertenecen al Programa de Exención de Visa, incluyendo a cubanos con doble nacionalidad.
En la más reciente ronda de conversaciones entre Cuba y Estados Unidos, este tema fue prioritario en la mesa de discusión. Sin embargo, según las declaraciones del subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, parece que no habrá cambios en esta política. Nichols afirmó que la lista de países patrocinadores de terrorismo no es negociable y es un proceso legal que culmina con la designación del Secretario de Estado.
En su intervención, Nichols mencionó algunos cambios que podrían mejorar las relaciones entre ambos países y ser vistos como un gesto de buena voluntad por parte de Cuba. Entre ellos destacan la implementación de políticas que promuevan la democracia y la libertad de expresión, la liberación de presos políticos, la tolerancia a la expresión pacífica y las diferencias con el gobierno, así como la ampliación de actividades económicas privadas.
La permanencia de Cuba en la lista de países «patrocinadores del terrorismo» se justifica, según el Departamento de Estado de EE.UU., por su falta de respuesta formal a las solicitudes de extradición de líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, así como por el hecho de albergar a varios prófugos de la justicia estadounidense relacionados con cargos de violencia política.
