En una entrevista reciente en el programa de YouTube «Al desnudo», el reguetonero Yomil Hidalgo dejó al descubierto un secreto que ha estado rodeando su carrera en los últimos tiempos: su veto en algunos bares de La Habana. Esta revelación ha generado especulaciones y controversia en la comunidad, mientras se intenta descifrar las razones detrás de esta censura.
Durante la entrevista, Yomil Hidalgo admitió que ha enfrentado obstáculos para programar sus presentaciones en varios establecimientos nocturnos de la capital cubana. Sin embargo, se mostró reacio a entrar en detalles sobre las causas exactas de esta situación, limitándose a mencionar que se trata de «compromisos» que algunos propietarios de bares han decidido asumir, sin especificar más al respecto.
El reguetonero aclaró que estas decisiones no están relacionadas con malas prácticas comerciales o incumplimientos de su parte, sino más bien con decisiones administrativas que han resultado en su exclusión de ciertos eventos y locales. Esta censura ha tenido un impacto significativo en la participación de Yomil Hidalgo en eventos oficiales, como el festival de Tarará, donde se ha visto limitada la presencia de su grupo.
Aunque se ha especulado sobre posibles motivos políticos detrás de esta censura, Yomil Hidalgo ha evitado abordar directamente esta controversia, prefiriendo mantenerse reservado sobre el tema. Sin embargo, su reciente defensa pública de una serie de fotografías junto a Sandro Castro, nieto de Fidel Castro y propietario de locales en La Habana, ha avivado aún más las especulaciones sobre posibles tensiones políticas en juego.
Las reacciones a estas revelaciones no se han hecho esperar, con comentarios tanto de apoyo como de crítica hacia el cantante. Mientras algunas personas sugieren que esta exclusión podría deberse al tamaño de los locales, otros especulan sobre posibles implicaciones políticas detrás de esta decisión.
A pesar de las especulaciones y las controversias, Yomil Hidalgo ha optado por mantenerse firme en su postura, sin revelar explícitamente las causas de su veto en los bares de La Habana. Sin embargo, esta revelación ha arrojado luz sobre una faceta desconocida de la vida del reguetonero y ha generado un debate en torno a la libertad artística y las presiones políticas en el mundo del entretenimiento en Cuba.