David de Jesús Contreras, el padre cubano acusado de asesinar a su hijo de 21 años en Kendall el pasado noviembre, será puesto en libertad y quedará bajo arresto domiciliario, determinó un juez en una audiencia el martes.
Contreras, de 52 años, enfrenta un cargo de homicidio en segundo grado por la muerte de su hijo Eric en la residencia familiar el 3 de noviembre.
En una audiencia continuada, que comenzó en febrero, el juez David H. Young decidió liberar a Contreras de la cárcel, reportó NBC Miami.
“Este fue un asesinato absurdo… según la evidencia que he escuchado, fue un homicidio tipo ejecución”, expresó el juez Young. “Sé que la fiscalía prefiere que permanezca detenido, pero no puedo ignorar que esto fue un incidente aislado y no representa una amenaza para la comunidad en general, por lo que voy a otorgarle la libertad”.
Eric Contreras, estudiante de la Florida International University (FIU) y exalumno de Christopher Columbus High School, fue asesinado a tiros por su padre en su domicilio en 10703 SW 84 Ave., en el pacífico barrio de Kendall cerca de Pinecrest.
El 27 de noviembre, Contreras se declaró «no culpable» a través de su abogado en una audiencia de lectura de cargos en una corte de Miami-Dade, a la que no asistió. Desde su arresto, ha estado detenido sin fianza.
El 22 de febrero, durante la primera parte de la audiencia Arthur, sus abogados solicitaron su liberación bajo fianza, que continuó este 30 de abril tras ser pospuesta en marzo.
En la audiencia, el psicólogo Dr. Michael Brannon y amigos cercanos a Contreras testificaron a su favor, alegando que no representa un peligro para sí mismo ni para otros.
Brannon mencionó que David mostró un riesgo cero en la evaluación psicológica. Según el psicólogo, no hay indicadores de que pueda actuar violentamente de nuevo, citando «factores situacionales» en el asesinato.
Ante la preocupación del juez sobre el pedido de arresto domiciliario de Contreras con familiares, Brannon aseguró que, aunque el riesgo de violencia aumenta en familias donde ya se ha presentado, en este caso no hay señales de alerta ni historial de este comportamiento violento.
Tres amigos de Contreras testificaron que siempre lo vieron como una persona amable y nunca violenta.
Finalmente, el juez ordenó que Contreras permanezca bajo arresto domiciliario total con un monitor GPS, permitiéndole salir únicamente para consultas médicas o legales. También decidió que Contreras no conviva con su familia, considerando que sería «una receta para el desastre». Cualquier visita a su esposa o a su otro hijo requerirá un informe médico.
Contreras deberá seguir en terapia mientras esté en libertad.
Durante la audiencia de febrero, el acusado se mostró visiblemente afectado al escuchar la llamada al 911 que hizo después de disparar a su hijo en la cabeza.
En la llamada, se le escucha decir: “¿Qué he hecho? Estaba discutiendo con mi hijo… perdí el control, él no paraba”.
Antes del incidente, la familia había viajado a Orlando para visitar Disney, pero debido a un cambio en el comportamiento de Eric, padre e hijo regresaron a su casa en Kendall. Ese día, una pelea entre ambos escaló hasta resultar en la tragedia.
De acuerdo con el informe de arresto, Contreras disparó varias veces a su hijo “por razones desconocidas” y luego llamó a la policía para reportar el incidente. Eric fue declarado muerto en el lugar. Se informó que el joven tenía problemas de salud mental y estaba bajo tratamiento médico.
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