En un acto de valentía y determinación, madres cubanas que han protestado frente a la residencia del presidente Miguel Díaz-Canel se enfrentan ahora a amenazas de cárcel por parte de las autoridades cubanas. La situación, que ha ganado atención internacional, refleja la desesperación de quienes luchan por condiciones de vida dignas en la Isla.
Nidia Noriega Rodríguez, una madre con cinco hijos a su cargo y más de 15 años viviendo en albergues, relató a Radio Televisión Martí que fueron citadas por la Seguridad del Estado y amenazadas con procesos judiciales que podrían resultar en penas de uno a tres años de prisión si persisten en sus reclamos legítimos.
En una reunión descrita como intimidante, Lisbet Ferrer Bango también fue advertida sobre las consecuencias legales de su protesta. A pesar de los intentos de las autoridades por minimizar la situación, estas madres consideran que refleja la falta de disposición del gobierno para abordar sus demandas legítimas.
Estanys de la Caridad Rodríguez Aldama, otra de las manifestantes, compartió su desgarradora historia con el Diario de Cuba. Con lágrimas en los ojos, describió la lucha diaria para alimentar a su hija, enfrentando la falta de ayuda y recursos básicos para su supervivencia.
Los videos que circulan en redes sociales muestran a estas valientes mujeres con sus hijos, exigiendo dignidad y justicia. En medio de la miseria que enfrenta el pueblo cubano, ellas representan el clamor por un cambio real y la urgente necesidad de atención a las condiciones de vida difíciles que enfrentan.
Estas protestas no son un hecho aislado; son el reflejo de una población que se siente abandonada por sus gobernantes y que clama por un cambio. En un país donde las necesidades básicas escasean y las libertades civiles son limitadas, la voz de estas madres resuena como un llamado a la acción y a la solidaridad internacional.