Sirio Soto, de la popularidad en la Televisión Cubana a 25 años alejado de la actuación en México

Redacción

Sirio Soto, conocido como «Sirito», es un actor y productor cubano que decidió cambiar su vida drásticamente, dejando atrás su carrera en la actuación para dedicarse a la producción en México. Nacido en La Habana, Soto es hijo de Sirio Soto, un destacado director y productor en la televisión cubana, y se graduó en actuación en la Escuela Nacional de Arte y en dramaturgia y teatrología en el Instituto Superior de Arte.

Sus primeros pasos en el mundo del espectáculo comenzaron cuando era niño, observando a su padre en las cabinas de grabación y conociendo a actores como Enrique Almirante y René de la Cruz. Luego, al graduarse, se unió al grupo de teatro Escambray y tuvo su debut en la pantalla con una serie que no salió al aire llamada «En la frontera». Su primera película fue «Tiempo de amar» (1983), dirigida por Enrique Pineda Barnet, donde interpretó a Chucho, un miliciano en la crisis de los misiles de 1962.

A lo largo de su carrera en Cuba, Soto participó en series y programas de televisión, como «Solo el amor» (1984) y «Día y noche» en la década de 1990. También trabajó en la telenovela «Retablo personal» (1993), escrita por Inés María López y dirigida por Rolando Chiong. Su última actuación en Cuba fue en la película «Zafiros, locura azul» (1997), dirigida por Manuel Herrera, donde interpretó a Kike.

En 1998, Soto viajó a Miami para el estreno de «Zafiros, locura azul» y decidió quedarse fuera de Cuba, dejando atrás su carrera como actor para buscar nuevas oportunidades. Se mudó a México, donde trabajó para TV Azteca y Televisa, participando en programas de entretenimiento como «Vida TV», «Qué tarde tan padre» y «Sabadazo».

La decisión de Sirio Soto de abandonar la actuación no fue fácil, especialmente porque lo hizo en el mejor momento de su carrera en Cuba. Sin embargo, logró reinventarse y dedicarse a la producción, trabajando detrás de las cámaras como creativo, guionista y director de escena.

Vive en México desde 1999 y ha permanecido en el ámbito artístico, aunque ahora se enfoca en su trabajo detrás de cámaras. A través de sus experiencias, Soto muestra cómo es posible reiniciar una carrera y adaptarse a nuevas circunstancias, mientras sigue siendo parte del mundo del entretenimiento. Aunque decidió «enterrar al actor», su contribución al entretenimiento y a la producción televisiva sigue siendo significativa.