El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla ofreció disculpas públicas al gobierno de Canadá y a la familia de Faraj Allah Jarjour, un ciudadano canadiense que falleció en Cuba, tras repatriar por error el cuerpo de otra persona de origen ruso.
Rodríguez Parrilla se comunicó con la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, para disculparse por el incidente, describiéndolo como un «desafortunado error». También señaló que las autoridades cubanas están investigando el hecho para esclarecer lo sucedido.
«Conversé telefónicamente con la canciller Melanie Joly por el desafortunado incidente en el traslado de restos de un ciudadano de Canadá fallecido en Cuba. Autoridades cubanas investigan el hecho para esclarecerlo. Trasladé disculpas y sentidas condolencias a familiares y allegados del fallecido», afirmó Rodríguez Parrilla.
El error se hizo evidente cuando la familia de Faraj Allah Jarjour, un ciudadano de Quebec que falleció en Cuba por un infarto durante unas vacaciones en Varadero, recibió en Montreal un cuerpo que no correspondía al de su ser querido. El cuerpo erróneamente enviado era de origen ruso.
La familia Jarjour se encontraba preparando el funeral y había ahorrado más de 10,000 dólares para cubrir los gastos de repatriación. Miriam Jarjour, hija del fallecido, expresó su frustración: «¿Dónde está nuestro padre? Todos me dicen que no es su responsabilidad. ¿Pero de quién es la responsabilidad?», cuestionó.
El cuerpo de Jarjour en Cuba estuvo expuesto al sol por más de ocho horas, esperando ser trasladado a una morgue. La confusión causó profundo dolor y rabia entre los familiares, que nunca tuvieron la oportunidad de ver el cuerpo de su ser querido antes de que fuera repatriado a Canadá.
El incidente ha generado críticas sobre la calidad del servicio turístico en Cuba y ha puesto en tela de juicio la gestión de emergencias y el manejo de situaciones delicadas como esta. Las autoridades cubanas han prometido una investigación completa para evitar errores similares en el futuro.
La disculpa oficial del canciller cubano es un primer paso hacia la reparación del daño causado a la familia canadiense, pero el incidente sigue siendo un recordatorio de la importancia de procedimientos rigurosos en el manejo de situaciones delicadas, especialmente cuando se trata de repatriación de cuerpos a sus países de origen.
