El gobierno de Cuba ha admitido recientemente un incremento en el consumo de drogas en la nación, destacando los perjuicios causados por una droga de diseño conocida popularmente como «el químico». Esta sustancia es accesible económicamente y está ganando popularidad entre los jóvenes de la isla.
Durante una entrevista en el programa «Hacemos Cuba», el coronel Juan Carlos Poey, líder del departamento antidrogas del Ministerio del Interior, señaló que la posición geográfica de Cuba facilita la entrada de drogas al país. Según Poey, «existe droga en el país» y el fácil acceso es una preocupación constante.
Poey también comentó que el consumo de drogas principalmente ocurre fuera de las instituciones educativas, alcanzando al 99% de los casos, y por eso se hace un llamado a las familias para que denuncien y ayuden a romper el ciclo de distribución. Afirmó que muchas familias no son plenamente conscientes del riesgo que representan estas sustancias, adoptando una postura de «piensan que el fenómeno existe pero no me va a tocar».
El problema se agravó con la popularidad de «el químico», un cannabinoide sintético vendido a precios bajos que ha causado numerosas intoxicaciones. Los afectados a menudo llegan a los hospitales sin saber qué componentes han consumido, lo que dificulta su tratamiento.
El viceministro de Educación, Eugenio González, declaró que las escuelas han implementado protocolos específicos para detectar el consumo de drogas entre estudiantes y docentes. Resaltó la importancia de las reuniones de padres para sensibilizar a la comunidad educativa sobre los riesgos asociados al consumo de drogas.
Además, el asesinato de una niña de dos años, presuntamente a manos de su padrastro bajo el efecto de «el químico», provocó una denuncia pública sobre el incremento del consumo de drogas en el municipio habanero de Luyanó, donde se publicaron incluso nombres y direcciones de vendedores.
El año pasado, el gobierno realizó múltiples redadas, resultando en la detención de casi 700 personas por tráfico de drogas. No obstante, la comunidad sigue denunciando la venta de drogas a bajo costo bajo la vigilancia de una policía percibida como ineficaz.
Las redes sociales han reflejado la extensión del problema, mostrando videos de jóvenes severamente afectados por el abuso de drogas. «El químico», que cuesta menos que una libra de azúcar y se mezcla con varios componentes como pastillas para la epilepsia, formol y anestesia para animales, sigue siendo la droga más popular. Sin embargo, su composición exacta a menudo es desconocida para los consumidores.
