Este jueves, una madre cubana, Estanys Rodríguez, se presentó con su hija de dos años frente a la residencia del presidente Miguel Díaz-Canel, declarando que no se marcharía hasta ser atendida.
Rodríguez llegó a la residencia presidencial por la tarde y, cerca de la garita de seguridad, transmitió en vivo desde su cuenta de Facebook: «Ahora mismo me estoy apareciendo en casa del presidente Díaz-Canel con mi niña de dos años, porque vine a presentar la situación que tengo en mi casa, cómo estoy viviendo, las condiciones que tengo, y la respuesta a todo es amenaza».
Explicó que los oficiales le pidieron que los acompañara para entregarles los documentos, solicitud que ella rechazó. «A mí alguien tiene que atenderme y va a ser el presidente», afirmó con determinación.
Además, Rodríguez afirmó que si no recibía atención, estaba dispuesta a quedarse a dormir allí con su hija, insistiendo en que solo estaba reclamando los derechos que le corresponden como ciudadana cubana. «Y lo que quiero es que alguien de adentro me toque», advirtió.
Media hora después, desde otro lugar, Rodríguez denunció en otra publicación en Facebook que mientras estaba frente a la residencia de Díaz-Canel, un oficial del carro 236 de la Seguridad del Estado la amenazó diciéndole que si no entregaba el documento, la arrestarían a ella y a su hija.
«No me voy a esconder ni voy a cansarme de decir la verdad. Son mis derechos, los que me corresponden en este país. Si hubiera sido hija de alguien grande, de Díaz-Canel, de Raúl, de Marrero, no estaría pasando trabajo aquí, ni yo ni mi hija. Pero como no somos hijas de nadie, de mamá ni de papá, pasan estas cosas», concluyó Rodríguez, visiblemente frustrada.
