Músico cubano Edesio Alejandro reconoce que tuvo que mudarse a España para tratar su cáncer de próstata pues en Cuba llevaba varios meses sin acceso a los medicamentos

Redacción

La participación en las deliberaciones de los premios Oscar como miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood ha sido un bálsamo anímico para Edesio Alejandro Rodríguez Salva, músico cubano, quien enfrenta una dura batalla contra el cáncer de próstata. Esta experiencia le ha permitido encontrar un respiro en medio de su tratamiento en Madrid, donde reside desde hace un año y medio debido a la falta de medicamentos necesarios en Cuba.

La primera interacción con Rodríguez Salva se produjo poco antes de una entrevista, tras un intercambio previo de llamadas y mensajes. Su trato cercano y coloquial, reflejo de su estilo musical, contrastaba con su apariencia inusual, lejos de los batilongos blancos característicos. La razón de su vestimenta atípica se debía a una estancia prolongada en Madrid, motivada por su tratamiento médico, que superó la duración inicialmente prevista. «Vinimos con maletas como para un mes y medio, y llevamos un año y medio aquí en Madrid», explicó, detallando las circunstancias que lo llevaron a buscar atención médica en España ante la resistencia de su cáncer a los tratamientos disponibles en Cuba.

La decisión de Rodríguez Salva de abandonar Cuba se vio acelerada por la interrupción de su tratamiento debido a la escasez de insumos médicos en la isla. La amistad con el padre de Yoel Martínez, miembro del dúo Buena Fe, ambos compartiendo la misma enfermedad, marcó un punto de inflexión en su vida. A diferencia de su amigo, que falleció tres meses después de su partida, Rodríguez Salva optó por no recurrir al mercado negro para obtener las vacunas que el sistema de salud cubano no proporcionaba.

Una vez en España, se enfrentó a la realidad de que el cáncer había avanzado más allá de lo que las vacunas podían controlar, teniendo acceso a tratamientos inexistentes en Cuba. «Llegamos, me hicieron varios análisis en el hospital y el PSA (Prueba del Antígeno Prostático Específico) estaba subiendo bestialmente», relató, describiendo el impacto emocional de adaptarse a una nueva realidad médica y la necesidad de permanecer en España para continuar con su tratamiento.

La escasez de medicamentos en Cuba ha sido un desafío constante para Rodríguez Salva y su familia, incluso antes de su diagnóstico de cáncer. La falta de fármacos esenciales, como los necesarios para el tratamiento del Parkinson de su suegra, evidencia la crisis sanitaria que afecta a todos los cubanos, independientemente de su estatus social o profesional. «La escasez de fármacos en Cuba nos afectó como a todos los cubanos», afirmó, destacando la universalidad de la problemática.

A pesar de recibir atención de destacados médicos en Cuba, Rodríguez Salva se encontró con limitaciones que iban más allá de la capacidad de los profesionales de la salud, enfrentándose a la falta de reactivos para análisis y medicamentos esenciales. Incluso el acceso directo a proveedores de su medicación no pudo aliviar la situación, lo que subraya la gravedad del problema de abastecimiento de medicamentos en la isla.

La decisión de Rodríguez Salva de residir fuera de Cuba no fue fácil. La conexión profunda con su tierra natal y su cultura ha sido una fuente constante de inspiración para su música. «Uno come cualquier cosa», expresó, enfatizando la importancia de un entorno que nutra su creatividad artística. La distancia de su entorno familiar y cultural ha sido una fuente de dolor y nostalgia, agravada por su lucha contra el cáncer.

La pandemia de Covid-19 y los desafíos de la emigración sin guía han mermado los ahorros de Rodríguez Salva. La falta de conocimiento sobre el sistema de transporte público en Madrid resultó en gastos innecesarios durante sus primeros meses en la ciudad. «Toqué varias puertas cuando supe que tenía que quedarme a vivir aquí, pero casi todas se cerraron», compartió, reflejando las dificultades para encontrar empleo y vivienda en un nuevo país.

Frente a estos obstáculos, Rodríguez Salva ha buscado nuevas oportunidades en el cine, un ámbito en el que ha tenido una larga trayectoria como músico y, más recientemente, como realizador. Ha escrito guiones basados en las vidas de artistas conocidos en España, con la esperanza de encontrar financiación para sus proyectos cinematográficos. «Me puse a generar el producto», dijo, demostrando su resiliencia y capacidad de adaptación ante las adversidades.

La ayuda de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE) ha sido crucial para Rodríguez Salva y su esposa durante este período desafiante. «Estamos viviendo de la ayuda de la SGAE», reconoció, agradeciendo el apoyo que les ha permitido cubrir sus necesidades básicas.

El cierre del programa de televisión «En zona con Cristian Alejandro», que Rodríguez Salva escribía y producía en Cuba junto a su hijo, ha sido otro golpe para el artista. A pesar del éxito y la popularidad del programa, su cancelación, atribuida oficialmente a restricciones presupuestarias, ha dejado un vacío en su carrera y en el panorama cultural cubano. «Desgraciadamente, en el momento en que me monté en el avión cerraron el show», lamentó, expresando su frustración por la decisión de las autoridades de la Televisión Cubana.

A pesar de los desafíos y la incertidumbre, Rodríguez Salva se mantiene firme en su compromiso con el arte y la música. Su participación en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood le brinda una conexión con el mundo del cine y una distracción bienvenida de sus problemas de salud. «Eso es algo bien bonito», afirmó, valorando la oportunidad de contribuir al proceso de selección de los premios Oscar.

La determinación de Rodríguez Salva de no renunciar a su pasión por la música y el cine, a pesar de las adversidades, es un testimonio de su resiliencia y amor por el arte. «Mi trabajo es una cosa maravillosa, es una de las cosas más grandes que Dios me ha dado», concluyó, reafirmando su vocación y su esperanza de superar los obstáculos que enfrenta.