Una de las tres mujeres cubanas que se hicieron famosas por sus comentarios durante la visita del gobernante Miguel Díaz-Canel a Río Cauto, Granma, ha vuelto a ser noticia en las redes sociales al reconocer los “problemas” que enfrenta y la complejidad para resolverlos.
En un reciente video difundido en las redes, la mujer de Río Cauto que se convirtió en un meme viral con el “Yo me erizo” ha reaparecido para dirigirse a sus “seguidores”.
“Mis seguidores del mundo, que me han hecho famosa, yo soy la de los ‘problemas’. Tenemos problemas, pero creo que no los vamos a poder resolver. No tengo un teléfono para comunicarme con nadie, ni teléfono, ni nada. ¿Qué está pasando con mis seguidores?”, expresó la mujer.
Esta riocautense fue una de las que apareció en medios oficiales durante la visita de Díaz-Canel, expresando optimismo por la atención del gobernante hacia los “problemas” de la comunidad.
La prensa oficialista la describió como parte de un pueblo “trabajador y entusiasta” que recibió a Díaz-Canel “con cariño”, pero sus declaraciones se convirtieron en el centro de un meme viral “Yo me erizo”, que expuso el lado cómico de la propaganda gubernamental.
El meme “Yo me erizo” se popularizó tanto que generó secuelas y desató una ola de creatividad humorística en las redes, con numerosos memes y hasta un challenge de baile inspirado en la frase.
Frente a la viralidad del meme, simpatizantes del gobierno intentaron contrarrestar las burlas en redes con mensajes de apoyo al régimen bajo el hashtag #YoTambiénMeErizo.
Actualmente, no se ha revelado la identidad de la mujer que, aprovechando su fama inesperada, ha hecho un llamado a sus “seguidores” posiblemente en busca de ayuda para obtener un teléfono.
Sus recientes declaraciones, que sugieren una falta de soluciones a sus problemas, ponen en evidencia las limitaciones de la maquinaria propagandística del régimen y la desconexión entre la gestión gubernamental y las necesidades reales de la población.
La situación de esta mujer de Río Cauto, que ahora pide ayuda consciente de que sus problemas no serán solucionados por las autoridades, refleja la creciente brecha entre las promesas gubernamentales y la realidad cotidiana de los cubanos.
