María Victoria Gil Fernández, ex presentadora de televisión y hermana del exministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, recientemente acusado de corrupción, expresó su vergüenza y preocupación a través de una publicación en Facebook. En su mensaje, María Victoria se refirió al escrutinio público y a las acusaciones que enfrenta su hermano, manifestando su esperanza en que se demuestre su inocencia.
«Me siento objeto del odio injusto y desmedido, fomentado por las redes sociales», escribió María Victoria, lamentando haber concedido entrevistas a creadores de contenido en plataformas como YouTube, lo cual considera que ha perjudicado su imagen.
La ex presentadora también abordó la posibilidad de que las acusaciones contra su hermano resulten ser ciertas, expresando su disposición a pedir disculpas debido al vínculo familiar que los une.
«Siento vergüenza anticipada por si fueran ciertas las acusaciones que se le investigan a mi hermano y, si se comprobara que se ha lucrado o beneficiado de su posición política, seré la primera en pedir perdón, por la sangre que nos une», expresó.
María Victoria hizo un llamado a la población cubana para que no se deje influenciar por aquellos que, desde el extranjero, difunden información falsa y se benefician de la atención en redes sociales sin contribuir a la lucha dentro de Cuba.
Además, defendió a su hijo, quien ejerce como abogado penalista en España, asegurando que es una persona íntegra y no tiene relación con las actividades de su tío Alejandro. «A mí sigan insultándome, pero dejen a mi hijo en paz», solicitó.
En declaraciones previas, María Victoria había negado cualquier participación en los supuestos negocios ilícitos de su hermano y lo acusó de haberle causado un gran daño emocional. Sin embargo, en una entrevista posterior, defendió la inocencia de Alejandro y sugirió que Raúl Castro podría estar detrás del caso en su contra.
«Mi hermano reconoció los hechos que se le imputan», señaló, indicando que Alejandro ha admitido su responsabilidad en los delitos investigados por la Fiscalía General de la República de Cuba y el Ministerio del Interior. María Victoria insinuó que, a pesar de la presencia pública de su hermano, la verdadera influencia detrás de las decisiones en Cuba recae en Raúl Castro.
