En Santiago de Cuba, un anciano de 90 años, Eleutelio Simón Bueno, experimentó un grave episodio de hipoglucemia mientras esperaba en una larga fila bajo el sol para cobrar su pensión en el banco «La Comercial», situado cerca de la Rotonda del Distrito José Martí. El incidente, que tuvo lugar este martes, pone de manifiesto las duras condiciones a las que se enfrentan los jubilados en la isla, quienes luchan con un sistema bancario deficiente y una pensión insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
Eleutelio, que depende de dos muletas para moverse debido a su discapacidad motora, colapsó ante la mirada de otros ancianos que se encontraban en la misma situación, intentando cobrar sus chequeras. La solidaridad entre ellos se hizo evidente cuando acudieron en su ayuda, aunque todos compartían la misma lucha por una jubilación que no alcanza para vivir dignamente.
El periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada difundió la noticia a través de las redes sociales, solicitando que se informara a los familiares del afectado sobre el incidente. La situación en los bancos de Santiago de Cuba es alarmante, con frecuentes interrupciones en el servicio y extensas colas que exacerban la angustia de quienes dependen de sus jubilaciones para subsistir.
La mala gestión bancaria y el trato inadecuado a los pensionistas son problemas crónicos, exacerbados por la falta de medidas de regulación y control. Algunos ciudadanos reportan haber esperado más de ocho horas en fila para acceder a su dinero, y en ocasiones, la escasez de efectivo en cajeros y bancos hace imposible satisfacer la demanda de la población.
Esta situación ha llevado a algunos a pagar a terceros para que retiren el dinero en su nombre, creando un ciclo de desesperación y explotación que afecta desproporcionadamente a los más vulnerables. El caso de Eleutelio Simón Bueno es un recordatorio conmovedor de la necesidad urgente de reformas que garanticen el bienestar y el respeto que merecen los jubilados cubanos, evitando que tengan que enfrentarse a situaciones humillantes y peligrosas para su salud. Este incidente subraya el descontento generalizado con el sistema bancario, el trato a los ancianos y la gestión gubernamental en Cuba.
