La tarde del martes 26 de marzo, un suceso inesperado sacudió el trayecto ferroviario entre Manzanillo y La Habana. Con 300 pasajeros a bordo, el tren número 17 sufrió un descarrilamiento justo a la salida de la terminal, según informes de CMKX Radio Bayamo.
El incidente se produjo alrededor de la 1:25 p.m., cuando los coches uno y dos del tren salieron de la vía, generando alarma entre los viajeros y el personal. Afortunadamente, debido a la baja velocidad del tren en ese momento, no se reportaron heridos, aunque el retraso en el servicio se espera que sea considerable.
Rafael Pérez Ortiz, jefe de la Estación Manzanillo, informó a la prensa local que equipos especializados están trabajando para reposicionar los vagones sobre las vías, lo que podría llevar varias horas. Los obreros de la Unidad Empresarial Vías y Puentes de Yara, Bayamo y Mabay se esfuerzan por restablecer la normalidad del servicio.
Una vez los vagones estén en su posición correcta, se procederá a trasladarlos al taller para una revisión técnica exhaustiva antes de que el tren pueda retomar su ruta hacia La Habana, esta vez en horario nocturno.
Mientras tanto, una comisión conformada por expertos de la Dirección Provincial de Ferrocarriles de Granma y peritos del Ministerio del Interior (Minint) se encuentra en el lugar del accidente para investigar las posibles causas del descarrilamiento. Todas las hipótesis, incluida la posibilidad de un acto intencional, están siendo consideradas.
En otro aspecto relacionado con el transporte ferroviario en Cuba, desde el 1 de marzo entraron en vigor nuevas tarifas para los trenes nacionales. Estos ajustes responden a un incremento del 700% en los precios, atribuido principalmente al aumento del costo del combustible.
El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, y la viceministra de Finanzas, Lourdes Rodríguez Ruiz, explicaron que estas actualizaciones eran necesarias debido a que las tarifas anteriores no cubrían los costos asociados con la operación del servicio. Además, se anunciaron cambios en los precios de los servicios de alimentación ofrecidos durante los viajes, los cuales ahora se basarán en el costo real más un margen del 3%.
Estas medidas buscan ajustar la estructura de costos del servicio ferroviario, eliminando progresivamente los subsidios estatales para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
