La Unión Cuba Petróleo (CUPET), en su trigésimo segundo aniversario, emite un llamado a la eficiencia y la disciplina entre sus trabajadores, mientras enfrenta una situación crítica. La escasez de petróleo ha desencadenado largos apagones y problemas de transporte en todo el país, golpeando duramente a los ciudadanos cubanos.
En un comunicado dirigido a sus empleados, el director general de CUPET, Néstor Pérez Franco, advierte sobre una «guerra mediática» que, según él, intenta destruir los logros de la Revolución Cubana. «Vivimos tiempos muy difíciles, con un escenario económico complejo», señala Pérez.
La empresa petrolera estatal afirma estar preparándose para enfrentar lo que denominan una «Guerra no convencional», haciendo hincapié en la necesidad de fortalecer sus cuadros de dirección y reservas en la Refinería de Cienfuegos.
Sin embargo, críticos señalan que la crisis energética en Cuba no se debe únicamente a factores externos, sino también a problemas de producción interna y políticas económicas erradas. A pesar de ello, el gobierno cubano ratifica los altos precios en combustible y tarifas eléctricas, generando malestar en la población.
A pesar de los informes que indican que Cuba recibe suficiente combustible para cubrir sus necesidades, los cortes de electricidad persisten y la escasez de petróleo afecta al transporte y encarece los costos.
Las manifestaciones en ciudades como Santiago de Cuba, Cárdenas y Bayamo reflejan la frustración de la población por la falta de servicios básicos y acceso a alimentos. El presidente Miguel Díaz-Canel, en un intento por calmar la situación, atribuye la crisis al bloqueo de Estados Unidos y a lo que llama una «guerra mediática» impulsada por los medios independientes.
