La incertidumbre respecto a la calidad del agua en la capital cubana ha generado preocupación entre los residentes, especialmente después de las recientes tormentas e inundaciones. La situación se complicó aún más con la emisión de dos notas contradictorias por parte de Aguas de La Habana (AH), lo que ha dejado a muchos usuarios confundidos y en busca de respuestas claras.
La primera nota de AH alertaba sobre la no potabilidad del agua, mientras que la segunda versión, editada posteriormente, afirmaba lo contrario. Esta inconsistencia provocó una reacción inmediata por parte de los usuarios, quienes expresaron su confusión y preocupación en las redes sociales.
Los comentarios de los usuarios reflejan la incertidumbre generalizada sobre la situación del agua en la ciudad. Muchos se preguntan qué medidas deben tomar para garantizar su seguridad y la de sus familias, mientras que otros sugieren recurrir al agua embotellada como precaución.
En medio de esta confusión, el periodista Lázaro Manuel Alonso ha tomado la iniciativa de aclarar la situación a través de su perfil de Facebook. Asegura que, a pesar de la turbiedad del agua, las pruebas de calidad realizadas indican que es apta para el consumo. Sin embargo, reconoce que la falta de transparencia en la comunicación oficial ha contribuido a la incertidumbre entre la población.
Según los directivos de Aguas de La Habana, el aumento repentino de la turbidez del agua se debe al fenómeno meteorológico que ha afectado la región, provocando un incremento en el nivel del Canal y afectando la calidad del suministro. Aunque aseguran que el agua es segura para el consumo, recomiendan que el nivel de turbiedad disminuirá gradualmente a medida que mejore el clima.
La situación afecta principalmente a los municipios del centro de la capital que reciben el suministro de agua desde los tanques de Palatino por gravedad. Estos incluyen a Diez de Octubre, Cerro, Plaza de la Revolución, Habana Vieja y Centro Habana.
En resumen, la confusión sobre la potabilidad del agua en La Habana ha dejado a muchos residentes en un estado de incertidumbre. Aunque las autoridades aseguran que el agua es segura para el consumo, la falta de claridad en la comunicación ha generado preocupación en la población. Es fundamental que se proporcionen información precisa y transparente para restaurar la confianza y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.