La ola de manifestaciones que sacude a Cuba ha llegado al poblado de El Cobre, en Santiago de Cuba, donde los habitantes se han unido a las protestas nacionales, elevando la voz contra la violencia y exigiendo cambios. Desde el domingo, las calles de diversas localidades cubanas se han llenado de ciudadanos reclamando derechos básicos y manifestando su descontento con la situación actual del país.
El epicentro de estas protestas fue en Santiago de Cuba, específicamente en la Avenida de Carretera del Morro y calle 9 de Veguita de Galo, donde los ciudadanos, agotados por los constantes cortes de electricidad y la falta de alimentos, decidieron alzar su voz en demanda de soluciones. La respuesta del gobierno a estas manifestaciones ha sido el despliegue de fuerzas de seguridad en un intento por sofocar las voces de protesta.
La situación en Santiago de Cuba ha servido de chispa para que otras regiones del país se sumen a las demandas de cambio. En Bayamo, por ejemplo, se han reportado movilizaciones significativas, lo que ha llevado al régimen a movilizar a sus fuerzas especiales en un intento por mantener el control.
La Habana también ha visto una creciente presencia policial y militar en sus calles, especialmente en aquellos barrios considerados puntos críticos, ante el temor de que las protestas se intensifiquen en la capital.
Las manifestaciones en El Cobre y otras partes de Cuba reflejan un creciente descontento popular con las condiciones de vida en la isla, marcadas por la escasez y la falta de servicios básicos. Los cubanos, cansados de la situación, claman por «Patria y Vida» y el fin del comunismo, en un llamado a la libertad y al respeto de los derechos humanos.