Las protestas en Santiago de Cuba han desencadenado una serie de interrupciones en el servicio de internet, afectando a numerosos usuarios tanto dentro como fuera de la isla. Los primeros informes de cortes en la conexión comenzaron a surgir justo cuando aparecieron en línea los primeros videos de las manifestaciones, lo que ha llevado a especulaciones sobre una posible intervención deliberada por parte de ETECSA, el monopolio estatal de telecomunicaciones en Cuba, para limitar la difusión de información y la organización de las protestas.
Varios residentes de Santiago de Cuba y de otras ciudades como Sancti Spíritus, Holguín y Pinar del Río han reportado dificultades para acceder a internet, experimentando desde interrupciones totales hasta una marcada lentitud, especialmente al intentar acceder a redes sociales. Algunos han logrado conectarse utilizando el servicio Nauta desde sus hogares y recurriendo a VPNs para sortear las restricciones.
Este patrón de cortes de internet no es nuevo en el contexto cubano. Durante las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, el gobierno ya había recurrido a esta estrategia para prevenir la circulación de imágenes y testimonios de las manifestaciones y la respuesta gubernamental a estas, en un intento por controlar la narrativa y evitar la movilización internacional en apoyo a los manifestantes.
La protesta en Santiago de Cuba, que centran sus demandas en el fin de los apagones y la escasez de alimentos básicos, reflejada en los lemas «Patria y Vida», «corriente» y «comida», ha evidenciado una vez más el descontento popular con la situación actual en la isla. La manifestación, que tuvo lugar en la céntrica avenida de Carretera del Morro y calle 9 de Veguita de Galo, ha sido notable no solo por la participación ciudadana, sino también por la visible presencia policial entre los manifestantes.