En Bayamo, provincia de Granma, se vivió una jornada de protestas en la que decenas de cubanos decidieron expresar su descontento en las calles, situación que llevó al régimen a desplegar fuerzas especiales y a cerrar varias vías de la ciudad. El periodista Mario J Pentón compartió imágenes que mostraban la presencia militar en la zona y señaló que el servicio de internet estaba experimentando afectaciones, lo que dificultaba la comunicación y la difusión de lo que estaba sucediendo.
«Muy lenta la conexión en Bayamo. Ahora el régimen envía un camión lleno de ‘avispas negras’ para atemorizar a la gente», comentó Pentón, haciendo referencia a las fuerzas especiales conocidas como «avispas negras» que fueron movilizadas en un intento por intimidar a los manifestantes y controlar la situación.
Un residente local describió cómo el gobierno estaba ejerciendo control en el casco histórico de la ciudad, utilizando la presencia militar para mantener el orden. En las redes sociales, se compartieron videos que mostraban a grupos de personas congregadas en el centro de Bayamo, con una mujer indicando que «están cerrando las calles», lo que evidencia las medidas tomadas por las autoridades para contener las protestas.
Estas manifestaciones en Bayamo se suman a las reportadas en Santiago de Cuba, donde los ciudadanos también salieron a las calles con demandas similares, clamando por alimentos y expresando su frustración con el lema «Tenemos hambre» y «Patria y Vida». Las protestas en Santiago de Cuba comenzaron en la tarde del mismo domingo en la Avenida de Carretera del Morro y calle 9 de Veguita de Galo, marcando un día de movilizaciones en distintas partes de la isla.
Estos eventos reflejan el creciente descontento entre la población cubana, que enfrenta una situación económica y social cada vez más difícil, con escasez de alimentos básicos, cortes de electricidad y limitaciones en el acceso a servicios esenciales como el internet. La respuesta del régimen a estas manifestaciones, movilizando fuerzas especiales y restringiendo la libertad de movimiento, pone de manifiesto la tensión existente entre las demandas populares y las medidas gubernamentales para mantener el control.