En un animado sketch desde el icónico Malecón de La Habana, Pánfilo, Chequera e Isidoro se embarcan en una misión especial: encontrar a su amiga Cachita. Mientras disfrutan de una tarde de pesca, las ocurrencias y confusiones no tardan en aparecer.
Entre anzuelos y olas, Pánfilo, Chequera e Isidoro se preguntan sobre el paradero de Cachita, añorando hacerle una visita. La incertidumbre sobre su ubicación lleva a divertidos malentendidos entre los amigos, con Isidoro tratando de recordar la última conversación sobre el destino de Cachita.
«Parece que ella dijo que iba hacia allá, pero no sé si hacia allá o hacia…», responde Isidoro, sumando confusión a la situación. Ante la necesidad de una dirección precisa, Pánfilo no duda en expresar su deseo de visitar a Cachita y disfrutar de un cafecito juntos.
En medio de sus conversaciones, estos entrañables personajes encuentran espacio para promocionar los servicios de Cubatel, una aplicación que ofrece una amplia gama de servicios, desde recargas a Cuba hasta trámites consulares, con una oficina incluso en Miami, Florida.
La emoción por una posible captura se desata entre los pescadores improvisados, solo para ser reemplazada por la desilusión al descubrir que han atrapado un simple rollo de cable. Aunque la decepción es palpable, el humor persiste, con Chequera sugiriendo que la señal del mar es que van a «comerse un cable».
A medida que la conversación se desenvuelve, Pánfilo teje hilarantes teorías sobre la importancia del cable submarino del internet, mientras se desata el caos cómico en el Malecón. En medio de la risa, el sketch de Vivir del Cuento captura la esencia de la vida cotidiana cubana, donde el humor se convierte en un bálsamo para los desafíos diarios.
