La policía española ha llevado a cabo una operación exitosa en Granada, en el sur de España, desmantelando una red criminal que se dedicaba a la explotación sexual de inmigrantes provenientes de Cuba y Colombia. En el marco de esta operación, cuatro individuos, dos hombres y dos mujeres con edades comprendidas entre los 24 y los 45 años, fueron arrestados bajo la acusación de formar parte de esta organización ilícita que operaba desde un apartamento en la ciudad, según reportes de la agencia EFE.
Las autoridades lograron liberar a cuatro víctimas, tres mujeres y un hombre, que se encontraban en situación de explotación por parte de esta red. La investigación se inició a raíz de varias denuncias que apuntaban a la existencia de actividades relacionadas con la explotación sexual y el tráfico de estupefacientes.
De acuerdo con la información proporcionada por EFE, los sospechosos habrían explotado la condición vulnerable de las víctimas, quienes residían de manera irregular en el país, forzándolas a prostituirse. Además, se reportó que las víctimas eran constantemente vigiladas a través de cámaras y se les obligaba a vender drogas a los clientes, suministradas por un miembro de la red de nacionalidad colombiana, quien operaba un laboratorio de cocaína que también fue desmantelado durante la operación.
El ciudadano colombiano a cargo del laboratorio y la distribución de la cocaína fue uno de los detenidos y ha sido puesto en prisión preventiva por orden judicial.
En un esfuerzo paralelo, la policía española desmanteló otra red de trata de personas que operaba en diversas ciudades españolas, incluidas Santander, Valladolid y Avilés. Esta organización sometía a las mujeres a condiciones de disponibilidad constante, exigiéndoles estar accesibles las 24 horas del día, todos los días de la semana, e incluso les requería solicitar permiso para realizar actividades básicas como bañarse o atender su higiene personal.
En el marco de esta segunda operación, se efectuaron arrestos en Cantabria, Madrid y Avilés, resultando en la detención de al menos cinco personas. Entre los detenidos se encuentra la líder del grupo, quien ya ha sido ingresada en prisión provisional.
Las víctimas de estas redes eran engañadas en sus países de origen, donde se aprovechaba su situación de vulnerabilidad económica para prometerles empleo en España. Una vez en el país, se les informaba que habían contraído deudas de hasta 6500 euros, las cuales debían saldar mediante la prostitución. Además, se les imponían tarifas semanales adicionales que incrementaban su endeudamiento, perpetuando así su situación de explotación.