Robelis Despaigne, el destacado cubano y exmedallista olímpico en Taekwondo, no decepcionó en su debut en la UFC, que tuvo lugar en el Kaseya Center de Miami, Florida, este sábado. Enfrentándose al estadounidense Josh Parisian en el evento UFC 299, Despaigne demostró por qué es considerado un «monstruo» de las artes marciales mixtas, manteniendo su impresionante récord.
En tan solo 18 segundos, Despaigne dejó claro el impacto que su incorporación podría tener en la Ultimate Fighting Champion (UFC), la principal organización de MMA (artes marciales mixtas) a nivel mundial. En sus cuatro combates anteriores, apenas había pasado 38 segundos en el octágono, destacando su victoria en tres segundos contra Miles Banks en el Cage Fury 84, el pasado diciembre en Houston.
El cubano, con su impresionante estatura de 2,04 metros y peso de 117 kilos, atrajo la atención de Dana White, CEO de la UFC. White, quien adquirió la empresa en 2001 por 2 millones de dólares y la vendió en 2016 por 4 mil millones, reconoció en Despaigne a un talento excepcional.
Desde su transición del Taekwondo a las MMA en 2022, Despaigne ha finalizado todos sus combates por nocaut en el primer asalto. Su debut en los pesos pesados contra Katuna Malumba en junio de 2022 fue el más largo, durando 4 minutos y 54 segundos. Le siguieron victorias rápidas contra Travis Gregoire y Stevie Payne, culminando con el nocaut a Banks en diciembre.
Ante su debut en la UFC, Despaigne expresó: «Era un sueño que venía buscando desde 2019. El Taekwondo me ha ayudado mucho, porque me dio buena coordinación. A eso le sumé boxeo y Jiu Jitsu. Estoy ansioso y mentalizado esperando el debut». Y añadió: «Ojalá todas las peleas se me sigan dando así, nos preparamos muy bien durante los últimos tres meses y tenemos la táctica para enfrentar a este rival. Desde los 9 años que estoy peleando, con cada peleador que me enfrente va a ser más difícil. Este deporte es un poco complejo, me toca enfrentar a un peleador con mucha experiencia, veremos qué pasa, yo voy a dar el todo por el todo para obtener mi victoria».
La habilidad de Despaigne, perfeccionada con años de práctica en Taekwondo, junto con su entrenamiento en boxeo y Jiu Jitsu, lo convierten en un formidable oponente en el octágono. Su éxito en los Juegos Panamericanos de 2011 y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 son testimonio de su destreza y dedicación.
Ahora, con un salario estimado de 12 mil dólares por pelea en la UFC, que podría duplicarse con cada victoria, Despaigne se enfrenta a un futuro prometedor en las MMA. Su entrenamiento riguroso y su pasión por el deporte lo preparan para enfrentar los desafíos que vienen, mientras su popularidad sigue creciendo entre los aficionados de las artes marciales mixtas.
