El joven de Camagüey que recientemente enfrentó una operación crítica tras un accidente donde resultó herido por un arpón en su zona abdominal, muestra signos alentadores de recuperación.
Henry Cristian Zamora Cardoso, el niño en cuestión, relató a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) cómo el 29 de febrero, en un intento por fotografiar un arpón que él mismo había fabricado y colocado en un poste de alumbrado, el dispositivo se disparó inesperadamente. “Jamás había pasado antes”, expresó, asegurando con firmeza que después de este incidente, nunca más volvería a manipular uno.
En el hospital, acompañado de su madre, el pequeño contó su experiencia (Foto: Dirección provincial de Salud). La llegada urgente del niño al Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña con el arpón incrustado provocó una rápida movilización por parte de la doctora Niurys Aguilar Ramírez, encargada de la guardia ese día. Sin demora, organizó un equipo multidisciplinario, cada miembro aportando lo mejor de sí para asegurar el éxito de la cirugía, que se extendió por cuatro horas y quince minutos.
En el quirófano, durante la compleja operación (Foto: Facebook/Pediátrico Camagüey Eduardo Agramonte Piña). Dayannelis Aguilar Atanay, especialista en cirugía pediátrica de segundo grado, formó parte del equipo quirúrgico. Destacó el manejo eficiente y rápido del niño desde su llegada por parte de urgencias y anestesiólogos, quienes se esforzaron en estabilizarlo para la intervención. “Al examinar el abdomen, descubrimos una lesión intestinal y otra en la vena cava inferior, vital para la vida del paciente. La pronta asistencia de especialistas del Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech fue crucial”, explicó Aguilar Atanay.
Durante la meticulosa cirugía (Foto: Facebook/Pediátrico Camagüey Eduardo Agramonte Piña). La colaboración del angiólogo Raúl Romay Buitrago fue fundamental, quien reconoció la dificultad de la operación y el éxito logrado gracias al trabajo en equipo y la disponibilidad de recursos esenciales como plasma y plaquetas. “Este es el camino para salvar vidas”, afirmó con convicción.
Georgina Sánchez, anestesióloga, compartió detalles sobre la estrategia de control de daños empleada, enfocada en salvar la vida del paciente con transfusiones y una reposición de volumen agresiva, que resultó ser vital para la supervivencia del niño.
El equipo médico aplaudió la cooperación del joven durante el procedimiento anestésico y resaltó la importancia de que no intentara mover el objeto extraño, evitando complicaciones adicionales.
Taimí Cardoso Sánchez, la madre del joven, expresó su profundo agradecimiento y alivio por la recuperación milagrosa de su hijo. “Estoy inmensamente agradecida por la dedicación y la constante preocupación del personal por su bienestar. Verlo mejorar día a día es una inmensa alegría. Tengo plena confianza en el equipo médico que ha jugado un papel crucial en salvar a mi hijo”, concluyó emocionada.