En un sorprendente giro, el periodista Mario Vallejo ha recordado cómo, hace casi una década, se destapó un oscuro secreto: la presencia de espías de la Seguridad del Estado cubano dentro de la Iglesia Católica. Esta revelación, basada en testimonios de primera mano, revela una faceta poco conocida del régimen castrista.
No es sorprendente que la inteligencia cubana extienda sus tentáculos en todas direcciones, como lo demostró recientemente el exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, quien admitió haber actuado como espía para Cuba durante más de cuatro décadas. Parece que los agentes castristas se infiltran en todos los ámbitos.
Según un reportaje emitido hace casi diez años, el sacerdote Manuel Antonio de Jesús Ortega Hernández operaba bajo el nombre en clave de “Ramiro” para los órganos de seguridad del Estado. Desde sus días en el seminario, Ortega fue reclutado como informante y continuó ascendiendo en la jerarquía eclesiástica manteniendo su doble vida.
La historia toma un giro inesperado con la revelación de Raquel Norbert, una filóloga que trabajaba para la inteligencia cubana y cuya misión era vigilar al sacerdote. Sin embargo, entre ellos surgió un romance que complicó aún más la situación.
Bajo el seudónimo de “Elianne”, Raquel desempeñó un papel crucial en la vida de Ortega, asegurando su lealtad y éxito como agente encubierto, incluso cuando se consideraba su ascenso a la posición de Papa, según los planes del gobierno cubano.
La relación entre Raquel y Ortega estuvo marcada por la intensidad y los dilemas morales. A pesar de los desafíos, Raquel fue fundamental para mantener a Ortega en su papel y evitar su deserción.
Sin embargo, la decisión de Ortega de desertar y trasladarse a Miami desencadenó una serie de eventos trágicos. A pesar de sus esfuerzos por comenzar de nuevo, la verdad sobre su doble vida lo alcanzó, y su muerte prematura en 1999 dejó a Raquel enfrentando las consecuencias de sus acciones.
Decidida a honrar la memoria de su amado, Raquel viajó a Miami y al Vaticano para contar su historia y buscar redención por los pecados cometidos.