En un evento que ha sacudido a la comunidad cubana, el joven Leudis Rodríguez Marrero, de 30 años, ha desaparecido en la provincia de Mayabeque, dejando a sus seres queridos sumidos en la angustia y la incertidumbre.
Según informes compartidos por el periodista Cuscó Tarradell, Leudis, un residente del poblado El Cristo en Santiago de Cuba, es descrito por sus allegados como un individuo callado, trabajador y reservado en cuanto a sus problemas personales. Sin embargo, desde el viernes primero de marzo de 2024, su paradero se ha vuelto un enigma.
Trabajando en la finca del señor Alejandro Sepúlveda Vega en Nueva Paz, en el antiguo Campamento Campeche, conocido hoy como Finca ‘El Peniche’, Leudis desapareció sin dejar rastro alguno. Según relatos, su ausencia al trabajo fue la primera señal de alarma para aquellos que lo conocían, ya que era algo completamente inusual en él.
La preocupación se ha extendido entre sus familiares y amigos, quienes, junto con el periodista, buscan arrojar luz sobre este misterioso suceso. “Hago esta nota porque su familia se encuentra desesperada, especialmente su madre Mayelín Marrero Mustelier, quien solicitó directamente la #AYUDA, al igual que las tías y primas del muchacho que hoy tiene paradero desconocido”, expresó el reportero.
El teléfono celular de Leudis, desde el momento de su desaparición, permanece apagado, desconectado de cualquier intento de comunicación, lo que añade aún más intriga a este enigma. Mientras la incertidumbre crece, la búsqueda de respuestas se intensifica.
Este caso se suma a una serie de desapariciones que han venido en aumento en Cuba en los últimos tiempos, en un contexto marcado por la violencia y la inseguridad. Las autoridades se enfrentan a un desafío cada vez mayor para abordar estas preocupaciones y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
La desaparición de Leudis Rodríguez Marrero deja a su paso una serie de interrogantes sin respuesta, mientras sus seres queridos aguardan ansiosamente por cualquier indicio que pueda llevarlos a su encuentro. En medio de la incertidumbre, la esperanza y el deseo de justicia siguen siendo los motores que impulsan la búsqueda incansable de respuestas.
