Yoandri Marín, hermano de la joven desaparecida Karildi Marín de 24 años, ha compartido recientemente que ha recibido pistas sobre posibles avistamientos de su hermana en diversas áreas de Centro Habana desde su desaparición el pasado 14 de diciembre.
En una publicación en Facebook, Yoandri expresó: “Según información recibida, se ha avistado a mi hermana Karildi en áreas comprendidas entre Ánimas y Belascoaín, así como en las inmediaciones de Galiano, Virtudes y el Boulevard de San Rafael. Solicito la colaboración de todos para localizarla”.
Además, Yoandri advirtió que Karildi podría presentar un aspecto diferente al de las fotografías que han circulado. “Me han informado que se encuentra bastante delgada y parece desorientada”, agregó, proporcionando detalles sobre los distintivos tatuajes de Karildi en los brazos y la parte baja de la espalda, que podrían facilitar su identificación.
Yoandri hizo un llamado a la acción: “Si alguien la ve, por favor, contáctenme al 54291630. Si es posible, tomen una fotografía o intenten retenerla amablemente hasta que lleguemos. Estamos buscándola activamente en la zona”.
La publicación concluye con un agradecimiento a quienes han apoyado la búsqueda y un llamado a compartir la información en grupos y entre contactos de La Habana para maximizar las posibilidades de encontrar a Karildi.
La comunidad ha respondido con mensajes de esperanza y preocupación, especulando sobre la posibilidad de que Karildi haya sido afectada por sustancias nocivas y lamentando que quienes la han visto no hayan podido proporcionar ayuda inmediata o evidencia fotográfica.
A dos meses de su desaparición, la angustia de la familia se intensifica, especialmente considerando que Karildi es madre de una niña que recientemente cumplió un año sin su presencia.
A pesar de los múltiples reportes de avistamientos, la familia sigue sin tener certeza sobre el paradero de Karildi. Yoandri ha reafirmado su compromiso de continuar la búsqueda y ha expresado su preocupación por la posibilidad de que Karildi esté siendo retenida contra su voluntad. La incertidumbre persiste, y la familia Marín sigue esperando respuestas.