La vigésima cuarta edición del Festival del Habano, un evento de renombre internacional para los entusiastas del tabaco, concluyó con una recaudación récord de 17.8 millones de euros en su tradicional Subasta de Humidores. Según declaraciones de la Presidencia de Cuba, estos fondos se destinarán al Sistema Nacional de Salud Pública del país, aunque la realidad de las instalaciones médicas cubanas, marcada por carencias y deficiencias, sugiere una discrepancia notable.
En el evento de este año, se subastaron siete humidores excepcionales, cada uno con características únicas:
Humidor Cohiba: Una obra maestra con base cilíndrica que gira 360 grados, diseñada para albergar 500 Habanos.
Humidor Trinidad: Celebrando los 55 años de la marca, este humidor está hecho de ébano y cedro español, con capacidad para 450 Habanos y equipado con una vitrina que regula la humedad y temperatura.
Humidor Montecristo: Destaca por su diseño que evoca la «M» de Montecristo, adornado con una flor de lis en oro de 24K, y capacidad para 450 Habanos.
Humidor Partagás: De diseño rectangular y semi circular, cuenta con puertas ocultas y un sistema de control de humedad para preservar 425 Habanos.
Humidor Romeo y Julieta: Con una estética exclusiva y capacidad para 400 Habanos, este humidor cuenta con incrustaciones metálicas y seis gavetas.
Humidor Hoyo de Monterrey: Hecho con maderas preciosas, este humidor alberga 375 vitolas representativas de la marca.
Humidor H. Upmann: Fabricado con arce europeo y adornos de madera de naranjo, este humidor cuenta con un sistema electrónico que abre la tapa a distancia y tiene espacio para 350 vitolas.
La suma obtenida en la subasta de este año supera la del año anterior, cuando se recaudaron 11.2 millones de euros destinados, según las autoridades, a la salud en Cuba. Sin embargo, la realidad de los hospitales cubanos contradice estas afirmaciones, evidenciando una creciente falta de medicamentos esenciales y equipos médicos anticuados.
La persistente escasez de medicamentos básicos en el país pone en duda el destino final de los ingresos millonarios de estas subastas. A pesar de la importancia y el prestigio del Festival del Habano, y de los precios exorbitantes alcanzados por los humidores, la situación del sistema de salud cubano no muestra signos de mejora, lo que plantea interrogantes sobre la gestión y aplicación de estos fondos.