El gobierno de Cuba ha limitado la distribución del pan normado en la zona urbana de la provincia de Las Tunas a solo los martes y jueves, debido a una marcada escasez de harina de trigo en el país.
Según un reporte del medio local Periódico 26, esta medida se tomó en coordinación con el Ministerio de la Industria Alimentaria, como respuesta a la dificultad para adquirir la cantidad necesaria de harina de trigo para la producción del pan, un alimento esencial y altamente subsidiado.
Alberto Fonseca Rodríguez, quien dirige la Empresa Provincial Integral de la Industria Alimentaria en Las Tunas, señaló que actualmente solo reciben 12,16 toneladas de harina de trigo dos veces a la semana, cifra significativamente inferior a las 29,601 toneladas diarias requeridas para cumplir con la demanda de pan en la región.
Fonseca Rodríguez atribuyó esta situación al embargo económico impuesto por Estados Unidos, indicando que la importación de materias primas para la elaboración del pan se ha vuelto más costosa.
Aunque no se especificó la duración de esta medida, declaraciones recientes del Ministerio de la Industria Alimentaria sugieren que la producción de pan podría verse comprometida hasta finales de marzo. Esto se debe a problemas con los envíos planificados y a la limitada capacidad de procesamiento del único molino de trigo del país, ubicado en Cienfuegos.
Esta reducción en la disponibilidad del pan normado afecta a miles de familias cubanas, especialmente a aquellas con niños y ancianos, que dependen de este alimento básico proporcionado por el gobierno.
La situación ha generado preocupación entre los ciudadanos, como lo demuestra el mensaje de una madre cubana, María Padilla de Camagüey, quien expresó su frustración ante las constantes dificultades, incluyendo los apagones, la escasez de alimentos y combustible, y los altos precios. En su mensaje, implícitamente critica al gobierno por pedir al pueblo que “resista con creatividad” ante estas adversidades.