El sistema de salud cubano enfrenta un nuevo revés tras el escándalo desatado por las imágenes de una anciana cubierta de insectos en el Hospital Clínico Quirúrgico «Diez de Octubre» (conocido como La Dependiente), y las repercusiones continúan con la sanción anunciada para la enfermera que tomó las fotos y videos.
Según una fuente del Sistema Nacional de Salud, que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias, la enfermera será objeto de sanciones por parte del régimen cubano, como represalia por su acción de exponer la lamentable situación en el hospital.
El régimen, lejos de abordar las denuncias con seriedad, opta por castigar a la enfermera responsable de revelar la situación, en lugar de investigar y sancionar a los culpables de la negligencia en el cuidado de los pacientes.
En un intento por desacreditar las imágenes, el régimen emitió un comunicado afirmando que los restos que se muestran en las fotografías no son hormigas, sino parte de las lesiones de la paciente, quien supuestamente fue diagnosticada con sarna noruega y dermatitis crónica. Sin embargo, testimonios médicos contradicen esta versión oficial.
Además, otros pacientes también fueron encontrados en condiciones similares, revelando una situación alarmante de negligencia y falta de atención en el hospital. Uno de los médicos del personal de guardia llegó incluso a acusar a los cuidadores del hogar de ancianos de ser responsables por permitir que estas condiciones se desarrollaran.
La denuncia de esta situación ha sacudido a la opinión pública, generando indignación y demandas de transparencia y responsabilidad en la gestión de la salud en Cuba. Mientras tanto, la enfermera enfrenta las consecuencias de su valiente acción de exponer la verdad, enfrentando la represión de un régimen que prefiere ocultar sus fallas en lugar de abordarlas.