Clavelito, el cubano que prometía curas milagrosas con solo escucharlo con un vaso de agua sobre el radio

Redacción

En los años cincuenta, un fenómeno radial capturó la atención de la nación cubana, congregando a una audiencia diversa frente a los receptores de radio al ritmo de las melodías guajiras de «Pon tu pensamiento en mí». Este programa logró que personas de todas las esferas sociales pausaran sus actividades cotidianas para sintonizar y escuchar con devoción los versos que prometían bienestar y protección: “Pon tu pensamiento en mí / y verás que en este momento / mi fuerza de pensamiento / ejerce el bien sobre ti”.

El protagonista detrás de este fenómeno cultural no era otro que Miguel Alfonso Pozo, nacido en 1908 en Ranchuelos, Las Villas. Conocido popularmente como Clavelito, un apodo heredado de su abuelo José Clavelo, Miguel se convirtió en una figura emblemática en la cultura popular cubana.

Clavelito inició su trayectoria en las calles de su pueblo natal como un pregonero, destacándose por su habilidad para improvisar décimas, lo que le valió un reconocimiento temprano en el ámbito de la música campesina. Su talento lo llevó a formar parte del dúo Moriano-Clavelito, debutando en la radio en Santa Clara. Su carrera tomó un giro significativo cuando se unió a RHC Cadena Azul para escribir décimas para el personaje Pepe Cortés, y más tarde, en 1939, se integró a la cadena CMQ donde colaboró con Nena Cruz, ‘La Calandria’.

El punto de inflexión en su carrera llegó en 1951 cuando Ángel Cambó le propuso liderar su propio espacio radial en Unión Radio Televisión. Así nació «Pon tu pensamiento en mí», un programa que rápidamente se convirtió en el favorito de la audiencia de la época.

Clavelito tenía una práctica peculiar en su programa: instaba a los oyentes a colocar un vaso de agua sobre sus radios, prometiendo que el agua se impregnaría de energías positivas durante la transmisión. Muchos seguidores, convencidos de su efectividad, bebían el agua esperando solucionar sus problemas personales. La popularidad de Clavelito creció a tal punto que recibía innumerables cartas solicitando su intervención en asuntos de salud y amor, a lo que él respondía con décimas personalizadas.

La situación escaló a tal magnitud que Unión Radio tuvo que ampliar su programación para atender las peticiones dirigidas a Clavelito. Sin embargo, preocupaciones éticas y el temor a fomentar la superstición llevaron a las autoridades radiales y a organizaciones de anunciantes a retirar el programa del aire en 1952.

Más allá de su faceta como figura radial, Miguel Alfonso Pozo fue un estudioso de la neuropatía y la medicina natural, y autor de obras poéticas, guías espirituales y tratados sobre la felicidad. Su legado, marcado por la controversia y el cariño del público, permanece como un capítulo singular en la historia de la radiodifusión cubana.