Una operación antidrogas en el conocido parque El Curita, situado en el corazón de la barriada de San Leopoldo en La Habana, ha culminado con la detención de numerosos individuos, marcando un hito en la lucha contra el narcotráfico en la capital cubana. Este espacio, que se había convertido en un punto neurálgico para el encuentro de consumidores de estupefacientes, especialmente durante las horas nocturnas, ha sido el foco de una intensa preocupación por parte de la comunidad local debido al creciente tráfico y consumo de drogas.
Según informes del medio independiente Diario de Cuba, un despliegue significativo de fuerzas del orden, incluyendo agentes de la policía y unidades especiales conocidas como boinas negras, llevaron a cabo una exhaustiva redada en el área desde el pasado sábado hasta la madrugada del martes. La operación se centró particularmente en combatir la proliferación del cannabinoide sintético conocido como «el químico», una droga de bajo costo pero de alta adicción que se ha popularizado entre los jóvenes debido a su accesibilidad económica.
La droga, que se comercializaba en el parque por aproximadamente 200 pesos cubanos, se ha convertido en una alternativa más asequible para los jóvenes en comparación con otras sustancias ilícitas como el crack o la marihuana tradicional. Entre los detenidos se encuentra Maykel Herrera, identificado como uno de los principales distribuidores en la zona, junto con otros cuatro jóvenes que también fueron aprehendidos por las autoridades.
La comunidad local ha expresado su alivio ante estas acciones policiales, señalando que la presencia de consumidores de drogas había transformado el parque y sus alrededores en zonas percibidas como inseguras y peligrosas. Este operativo se inscribe en un contexto más amplio de preocupación por el creciente consumo de drogas entre la juventud cubana. Informes recientes indican que durante el año 2023, un total de 689 personas fueron sancionadas por delitos relacionados con el tráfico de drogas en la isla, con un alarmante 92% de estos individuos condenados a penas de prisión.
A pesar de que el Ministerio de Salud Pública cubano no ha declarado oficialmente este problema como una emergencia de salud pública, existe una creciente inquietud por el aumento en el consumo de cannabinoides sintéticos y crack, especialmente en la capital. Un informe del MINSAP del año 2021 destacó la relación entre la pandemia de coronavirus y el incremento en las adicciones, señalando un preocupante ascenso en el abuso de sustancias ilegales y de prescripción médica entre ciertos segmentos de la población.
Familias como la de Mercedes Cabrera, quien lucha contra la adicción de su hijo de 23 años, enfrentan enormes desafíos para encontrar apoyo efectivo dentro del sistema de salud pública cubano. Además, estudios realizados por los ministerios de Educación revelan que la edad promedio de inicio en el consumo de drogas entre los jóvenes cubanos es de apenas 15 años.
Ante este panorama, las autoridades cubanas han redoblado sus esfuerzos para frenar el avance del narcotráfico y el consumo de drogas en la isla. Recientes informes gubernamentales han destacado que una gran mayoría de los delitos registrados en el último año están vinculados de alguna manera con la violencia y el consumo de estupefacientes, subrayando la necesidad de continuar con estas intervenciones para salvaguardar el bienestar de la sociedad cubana.