La intrincada trama que vincula a la familia Castro con el ex mandatario cubano Fulgencio Batista ha sido objeto de especulaciones y teorías durante más de medio siglo. No obstante, fue el relato detallado de Nikolai Serguéievich Leonov, un ex oficial de la KGB y biógrafo de Raúl Castro, el que arrojó luz sobre esta compleja relación en su obra «Raúl Castro, un hombre en Revolución». A pesar de las múltiples referencias previas hechas por figuras del exilio, las afirmaciones siempre habían sido desestimadas por el régimen cubano.
En la biografía de Raúl, Leonov narra episodios reveladores de la infancia de los hermanos Castro, destacando su rebeldía y desafío a la autoridad desde temprana edad. Las constantes expulsiones del colegio y las amenazas de Fidel de incendiar su hogar si no era readmitido en la escuela contrastan con la satisfacción de Raúl por regresar a la libertad de Birán, huyendo de la rigidez de la disciplina escolar.
La historia toma un giro inesperado en 1937, cuando Raúl, con apenas seis años, es inscrito en una escuela de disciplina cívico-militar, parte de un proyecto de Batista para formar futuros líderes militares. Es en este contexto donde Raúl comienza su «carrera militar», vistiendo orgulloso los uniformes de la institución.
El encuentro entre Batista y Raúl en 1938 en la escuela es un momento clave narrado por Leonov. La petición audaz de Raúl para que su profesor, un sargento leal a Batista, fuera ascendido a teniente, deja atónito al entonces coronel. La respuesta de Batista, cargando al niño y prometiendo cumplir su solicitud, es una imagen que contrasta fuertemente con los eventos futuros.
La historia avanza hasta el exilio de Batista a finales de 1958 y la posterior ascensión al poder de los hermanos Castro. Leonov menciona documentos encontrados en 1959 donde el profesor de Raúl, Núñez Castillo, se disculpa ante Batista por haber educado a quien describiría como una «fiera sangrienta».
Este relato, que concluye abruptamente sin explorar las implicaciones de esta compleja relación, deja entrever la profundidad de los lazos que unieron en algún momento a los Castro con Batista, marcando un capítulo fascinante y contradictorio en la historia de Cuba. La narrativa de Leonov no solo ilumina aspectos desconocidos de la vida de Raúl Castro, sino que también plantea interrogantes sobre las dinámicas de poder y lealtad en la Cuba pre-revolucionaria.
