La historia del sándwich Elena Ruz es tan peculiar como su combinación de sabores. A finales de la década de 1920, una joven habanera llamada Elena Ruz Valdés-Fauli solía frecuentar el restaurante El Carmelo junto a sus amigas. En cada visita, Elena solicitaba un sándwich de su propia invención: un pan de medianoche untado con queso crema, relleno de mermelada de fresa y finas rebanadas de pavo asado. Este pedido, ajeno al menú del restaurante, requería de Elena una explicación detallada cada vez que lo ordenaba.
Con el tiempo, y tras convertirse en una cliente habitual, Elena sugirió al encargado del restaurante que incluyeran su sándwich en el menú. Para su sorpresa, en una de sus visitas posteriores, descubrió un llamativo cartel luminoso que promocionaba el «Sándwich Elena Ruz» por 25 centavos. La joven, encantada con el reconocimiento, no esperaba la reacción de su madre, quien se mostró consternada al ver el nombre de su hija brillando en neón, como si se tratara de un anuncio publicitario.
A pesar de la controversia familiar, la creación de Elena comenzó a ganar popularidad y se extendió a otros establecimientos de la isla, consolidándose como una receta reconocida. Elena, perteneciente a una distinguida familia cubana, vivió una vida plena que la llevó a casarse, formar una familia en Matanzas y, eventualmente, emigrar a Miami tras el triunfo de la Revolución Cubana. Posteriormente, se trasladó a España y, tras la muerte de su esposo, se mudó a Costa Rica con una de sus hijas, donde falleció a la edad de 102 años en la ciudad de San José.
A lo largo de su vida, Elena fue objeto de numerosas entrevistas debido a su singular aporte a la gastronomía cubana. Su historia, marcada por la invención de un sándwich que mezcla lo dulce y lo salado de manera inesperada, es un testimonio de cómo una simple idea puede trascender y convertirse en parte del patrimonio culinario de una nación.
Receta del Sándwich Elena Ruz
- 1 pan “medianoche”
- Queso crema
- Mermelada de fresa
- Lascas de pavo asado
- Mantequilla
Se dice que para su preparación se debe poner un pan “medianoche a calentar” hasta que esté bien dorado. Luego añadirle mantequilla por ambos lados y cortarlo a la mitad.
Posteriormente en una tapa poner una buena cantidad de queso crema y en la otra mermelada de fresa y añadir las lascas de pavo asado en el medio del bocadito.
Algo que se recalca muy a menudo es que el sándwich no lleva ningún otro ingrediente. Se dice que a un verdadero Elena Ruz no se le agrega ni lechuga ni ninguna otra cosa.
A día de hoy esta receta se encuentra olvidada en los recetarios célebres de la gastronomía cubana. No obstante, entre muchos cubanos, mediante su frecuente elaboración y divulgación, si se ha mantenido viva.