En un movimiento que busca «facilitar la realización de este trámite a los contribuyentes y perfeccionar los mecanismos de control fiscal», la Gaceta Oficial ha lanzado un golpe de innovación fiscal que obliga a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) cubanas a declarar impuestos exclusivamente en formato digital. Esta nueva normativa, publicada el 15 de febrero de 2024 bajo la Resolución 8 de 2024 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), marca un hito en el camino hacia la digitalización total de los procesos empresariales en la isla.
Según lo estipulado en la resolución, todas las empresas con personalidad jurídica deben ahora presentar su Declaración Jurada del Impuesto sobre Utilidades en formato digital, cumpliendo estrictamente con las directrices de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT). Este cambio, impulsado por Vladimir Regueiro Ale, Ministro de Finanzas y Precios (MFP), se fundamenta en el avance del proceso de informatización en Cuba, reconociendo la validez de los documentos electrónicamente firmados.
Desafíos para las Mipymes: ¿Están preparadas para el cambio?
La digitalización de las declaraciones de impuestos representa un paso adelante en la modernización de los sectores económicos, sin embargo, enfrenta desafíos significativos para las Mipymes. A diferencia de las grandes corporaciones, muchas de estas empresas carecen de la infraestructura tecnológica necesaria para adaptarse rápidamente a las nuevas regulaciones. La falta de acceso a tecnologías de la información y las comunicaciones plantea interrogantes sobre la capacidad de cumplimiento de estas empresas con la resolución recién promulgada.
El complejo cálculo del Impuesto sobre Utilidades en Cuba
Para comprender mejor el panorama fiscal que enfrentan las Mipymes cubanas, es crucial desglosar el proceso de cálculo del Impuesto sobre Utilidades. Este impuesto, fijado en un 35% para las Mipymes, se determina a partir de varios componentes clave, que incluyen la determinación de ingresos brutos, la deducción de gastos operativos, el cálculo de la ganancia neta antes de impuestos, entre otros aspectos.
Una vez calculada la base imponible, se aplica la tasa impositiva vigente para llegar al monto final del impuesto a pagar. Sin embargo, este proceso se ve complicado por la necesidad de cumplir con múltiples regulaciones y ajustes específicos, lo que agrega una capa adicional de complejidad para las empresas, especialmente aquellas con recursos limitados.
Otros tributos que pesan sobre las Mipymes cubanas
Además del Impuesto sobre Utilidades, las Mipymes en Cuba deben considerar una serie de otros tributos que impactan sus operaciones financieras. Estos incluyen el Impuesto sobre las ventas o los servicios, que representa el 10% de los ingresos mensuales totales, así como el Impuesto por la Utilización de la Fuerza de Trabajo, que corresponde al 5% de las remuneraciones mensuales de los empleados.
Además, se aplican contribuciones a la Seguridad Social y al Desarrollo Local, sumando un total del 15% de los ingresos y un 1% de los ingresos totales, respectivamente. Estos impuestos adicionales representan una carga financiera significativa para las Mipymes, que deben gestionar cuidadosamente sus recursos para cumplir con sus obligaciones fiscales y mantener la viabilidad económica.