El sábado, el grupo militante islámico Al Shabab, mediante un mensaje en Telegram, afirmó que los doctores cubanos Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa, quienes fueron secuestrados en Kenia en el año 2019, perdieron la vida durante un bombardeo realizado por Estados Unidos el 15 de febrero. Este grupo, que se unió a la red terrorista Al Qaeda en 2012, declaró que los médicos se encontraban en Middle Jubba, Somalia, prestando «servicios comunitarios» en el momento de su fallecimiento.
Durante el tiempo que los médicos estuvieron secuestrados, la información sobre su situación y paradero fue escasa y solo se conocieron algunos detalles a través de declaraciones esporádicas de los gobiernos de Cuba y Kenia.
La última declaración oficial emitida por el Comando de Estados Unidos para África (AFRICOM), fechada antes del informe de Al Shabab, mencionó un ataque aéreo realizado el 9 de febrero contra el grupo Al Shabab en Yaq Dabel, Somalia. Según AFRICOM, este ataque aéreo resultó en la muerte de dos terroristas de Al Shabab, sin reportar daños a civiles.
La noticia ha causado gran consternación entre los familiares de los médicos, quienes expresaron su desesperación ante la posibilidad de que los doctores hayan fallecido en el bombardeo. Un familiar, que prefirió mantener el anonimato debido a la delicadeza del asunto, compartió su angustia tras recibir una llamada del ministro de salud informando sobre el bombardeo y la posible muerte de los médicos, aunque sin confirmación oficial.
El gobierno cubano, por su parte, emitió un comunicado reconociendo que han recibido informaciones «no oficiales» sobre el fallecimiento de los médicos, pero aclaró que hasta el momento no se ha confirmado esta información. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba aseguró que se mantienen en comunicación constante con las autoridades de Kenia y Somalia para esclarecer los hechos.
Hasta el momento, ni el Ministerio de Salud Pública de Cuba ni la Embajada de Cuba en Kenia han emitido comentarios adicionales sobre la situación.
El comunicado de Al Shabab incluyó fotografías de un cadáver, pero no se ha podido verificar de forma independiente si corresponde a alguno de los médicos secuestrados.