En un gesto de solidaridad que refleja la calidez y el apoyo de la comunidad cubana, Kendra Pineda Mesa, una madre cubana que ha conmovido corazones cantando en el Malecón de La Habana, recibió la visita de Lino Tomasen, apodado «El Hombre de Hierro». Lino, movido por la historia de Kendra y su lucha diaria por sostener a sus dos hijos, le llevó donaciones de ropa, zapatos y dinero, recolectadas gracias a la generosidad de sus seguidores y amigos.
Durante su encuentro, Lino indagó sobre las necesidades específicas de Kendra, quien expresó su deseo de tener una guitarra para acompañar sus composiciones de canciones cristianas. Sensibilizado por su petición, «El Hombre de Hierro» recurrió a su comunidad en Facebook, compartiendo un video de su visita y solicitando apoyo para conseguir el instrumento musical para Kendra. «Mis amores, ayúdenme a conseguirle una guitarra a esta muchacha», expresó, proporcionando su número de contacto para quienes deseen contribuir.
La situación de Kendra y su familia, evidenciada por el estado de su vivienda y sus pertenencias, pone de manifiesto las difíciles condiciones en las que viven. A pesar de ello, la joven madre no pierde la esperanza y sigue adelante, utilizando su talento para brindar alegría a quienes la escuchan en el emblemático Malecón habanero.
Lino también hizo un llamado a sus seguidores para que donaran ropa para los hijos de Kendra, de ocho y cinco años, ampliando así el círculo de apoyo hacia esta valiente madre.
La historia de Kendra ganó notoriedad cuando Yordanka Cuza, una cubana que disfrutaba de un paseo con su hija por el Malecón, compartió un video en el que Kendra les cantaba la canción «Quiéreme mucho». La timidez de Kendra al ofrecer su canto y la inicial negativa de los transeúntes contrastan con el impacto emocional de su voz, que finalmente les llevó a aceptar su ofrecimiento.
El video rápidamente se viralizó, tocando el corazón de miles de personas y generando una ola de apoyo y admiración hacia Kendra. Su historia no solo ha significado una ayuda material para ella y su familia, sino también un impulso emocional y motivacional para continuar su pasión por la música.
Kendra, quien según algunos reportes fue estudiante de artes visuales en el Instituto Superior de Arte, ha encontrado en la música un refugio y una forma de expresión. A través de su arte, tanto visual como musical, Kendra sigue adelante, demostrando que la resiliencia y el talento pueden abrir caminos de esperanza incluso en las circunstancias más adversas.
