Un cubano fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de un campesino, en un caso que también involucró el robo y sacrificio ilegal de ganado por parte de un grupo de cuatro individuos.
Entre los implicados en el delito de hurto y sacrificio de ganado mayor, solo uno fue encontrado culpable de asesinato por los tribunales cubanos. Durante el juicio, que fue ampliamente difundido por los medios estatales cubanos como un acto de ejemplificación, se dictó la máxima pena de prisión perpetua para el acusado.
La fiscal provincial de Cienfuegos, Yaranaicy Figueredo Muñoz, en declaraciones al Noticiero Nacional de televisión, enfatizó la severidad de la sanción impuesta, justificándola por la gravedad del crimen cometido, el cual atentó contra el bien jurídico más preciado: la vida humana.
Los hechos que llevaron a la condena de los cuatreros y el asesino tuvieron lugar a mediados de enero del año anterior en el poblado de Juraguá, perteneciente al municipio de Abreus, en la provincia de Cienfuegos.
La noticia del asesinato del campesino de 42 años, Yordany Díaz, quien fue brutalmente degollado por uno de los ladrones mientras desmembraban una vaca de su propiedad, fue ampliamente difundida tras la denuncia del internauta Alejo Bermúdez en Facebook.
Bermúdez, en su denuncia, describió el impacto devastador del crimen en la vida de los familiares y amigos de la víctima, y llamó a los campesinos, especialmente a los de Juraguá, a formar una brigada de autodefensa ante la falta de apoyo de las autoridades locales.
La inacción policial en el área, marcada por la ausencia de un jefe de sector y estaciones de policía cerradas, fue un punto de frustración para la comunidad, según expresó Bermúdez.
La víctima, descrita por otro internauta como una persona muy querida y trabajadora, dedicaba sus madrugadas a ordeñar su vaca, contribuyendo así al sustento de su familia y a la comunidad. La indignación y el clamor por justicia resonaron fuertemente en las redes sociales, reflejando el profundo impacto del crimen en la comunidad.
La primer teniente Ariday Arteaga Fonseca, instructora penal de la unidad provincial de Investigación Criminal en Cienfuegos, subrayó la alta prioridad que se le da a la investigación de delitos como el hurto y sacrificio de ganado mayor y el asesinato dentro del ministerio del Interior.
Este caso se suma a una creciente serie de «juicios ejemplarizantes» en Cuba, en un contexto de aumento de la violencia y la criminalidad. Las autoridades, tradicionalmente reticentes a admitir el incremento de delitos, han comenzado a dictar severas sentencias en casos de alta gravedad.
Recientemente, otro cubano recibió cadena perpetua por el asesinato de su exesposa y su nueva pareja en La Habana, en un juicio que también fue destacado por su carácter ejemplarizante. La rigurosidad de las leyes cubanas frente al homicidio se refleja en estas sentencias, buscando enviar un mensaje claro sobre la intolerancia del sistema judicial ante tales actos.
La condena a cadena perpetua de los asesinos del profesor Santiago Diosdado Morgado Morgado en Sancti Spíritus es otro ejemplo de la respuesta judicial ante crímenes de esta naturaleza, marcando un precedente en la lucha contra la impunidad y en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.