La economía cubana se enfrenta a un desafío sin precedentes en este año 2024, con el dólar estadounidense alcanzando un valor récord de 300 pesos cubanos en el mercado negro de la isla, superando notablemente los 165 CUP de los años noventa, durante el Periodo Especial.
La situación económica en Cuba ha sido objeto de intensa preocupación en los últimos meses, marcada por una profunda crisis caracterizada por una inflación desenfrenada y el estancamiento del Producto Interno Bruto (PIB). Los expertos señalan que la gestión de la administración de Miguel Díaz-Canel ha contribuido significativamente a la depreciación del peso cubano.
Esta crisis económica es el resultado de una combinación de factores internos y externos, que van desde los efectos continuos de la pandemia de COVID-19 en sectores clave como el turismo, hasta deficiencias estructurales en el sistema de producción socialista adoptado en la isla desde la década de 1960.
A pesar de los esfuerzos realizados, el proceso de ordenamiento monetario iniciado en 2021 no ha logrado reactivar la economía como se esperaba, teniendo incluso un efecto contrario al deseado.
Recientemente, el gobierno cubano anunció un conjunto de medidas dentro de un ambicioso plan de ajuste económico para corregir distorsiones y estimular el crecimiento. Sin embargo, este plan fue pospuesto, alegando un «virus informático», lo que generó aún más incertidumbre entre la población.
El plan incluía aumentar los precios del combustible y del transporte, eliminar exenciones fiscales para ciertas cooperativas y empresas, reducir aranceles para insumos importados y aumentar tarifas para productos terminados. Se esperaba que estas medidas, junto con la recuperación del sector turístico y la revitalización de la producción y los servicios, contribuyeran al crecimiento económico proyectado del 2% para el año.
Sin embargo, economistas independientes como Pedro Monreal han cuestionado estas medidas, enfatizando la importancia de reducir el gasto público para estabilizar la economía nacional. Monreal sugiere reducir significativamente el déficit presupuestario en proporción al PIB, apuntando a niveles similares a los de 2009 a 2015, cuando el déficit promedio anual era del 3.3% del PIB.
En respuesta a la crisis económica, una parte considerable de la población ha optado por emigrar, lo que ha resultado en un importante éxodo hacia la frontera de Estados Unidos con México, con al menos 450 mil cubanos solicitando asilo.
