Los entresijos del poder: Díaz-Canel felicita a Gil por su cumpleaños después de sacarlo del Gobierno

Redacción

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ha desatado una ola de polémica al felicitar a Alejandro Gil Fernández por su cumpleaños, tan solo cuatro días después de haberlo destituido como ministro de Economía y Planificación.

En un aparente gesto público, Díaz-Canel compartió en su cuenta de Twitter un mensaje del Ministerio de Economía dirigido a Gil, deseándole salud y éxito en sus nuevas tareas. Esta acción, sin embargo, ha sido calificada por varios internautas como cínica y oportunista, considerando el reciente cese del economista por parte del régimen.

“Jajaja, asere lo despides pa’ después felicitarlo en público, usted es el verdadero jefe hp”, expresó con ironía Magdiel Jorge Castro, reflejando el estupor ante la contradicción del mandatario.

El actor Roberto San Martín también criticó la aparente hipocresía del gesto, señalando que Díaz-Canel “trona” a Gil y luego pasa el día mencionándolo, lo que considera un acto sádico y desprovisto de amor propio.

A pesar de las críticas, Gil agradeció públicamente al gobernante y se mostró dispuesto a asumir cualquier otra tarea que le asignen, demostrando una sorprendente lealtad hacia el régimen que lo destituyó de manera abrupta.

La situación ha generado un intenso debate sobre el comportamiento del gobierno cubano y la manipulación de sus dirigentes según su conveniencia. La hermana de Gil, María Victoria Gil, denunció en redes sociales el trato injusto hacia su hermano, señalando que este ha trabajado incansablemente para intentar resolver los problemas económicos del país, enfrentándose a una crisis de dimensiones políticas.

María Victoria, conocida como Vicky entre los cubanos, criticó la utilización oportunista de los dirigentes por parte del gobierno y lamentó la falta de reconocimiento hacia aquellos que trabajan por el bienestar del país.

El gesto de Díaz-Canel hacia Gil, más allá de su intención aparente, ha abierto una ventana a las complejidades del poder en Cuba y ha despertado interrogantes sobre la sinceridad de los gestos políticos en medio de una crisis económica y política sin precedentes.