Giselle Odette se destacó como una de las actrices más brillantes de la televisión cubana. Su inolvidable participación en el programa de comedia “Pateando la Lata” la catapultó a la fama, siendo conocida como “La rubia de Pateando la Lata… ¡Qué buena está!”. Sin embargo, tras su éxito en la pantalla, la talentosa egresada de la Escuela Nacional de Artes (ENA) se retiró gradualmente, dejando a sus seguidores en la oscuridad respecto a sus proyectos futuros.
Aunque la información sobre sus actividades posteriores era escasa, se descubrió que Giselle participó en el cine peruano en 2015 con su actuación en “Amores gatos”, dirigida por Juanma Calderón. Esta película, catalogada como una tragicomedia experimental, exploró la vida de un poeta neoyorquino cuya existencia se entrelaza con la de los gatos que cuida, proporcionando un giro inesperado y humorístico a su día a día.
En los últimos tiempos, Giselle ha permanecido activa fuera de los reflectores, sumergiéndose en el ámbito cultural y social de Cuba. En 2023, desempeñó un papel destacado como relacionista pública en el Festival del Monólogo Latinoamericano y Premio Terry, un evento importante en el teatro Tomás Terry de Cienfuegos. Aunque una enfermedad la impidió asistir al festival, su contribución fue esencial para su éxito, incluyendo la coordinación de un concierto que cerró el evento con broche de oro.
Además de sus logros profesionales, Giselle ha mostrado un interés evidente en el desarrollo espiritual y el bienestar personal. Participa activamente en talleres de astrología y tarot, además de practicar yoga, revelando una faceta más introspectiva de su personalidad.
La más reciente aparición pública de Giselle fue en un concierto de Raúl Paz a principios de 2024, donde disfrutó del evento en compañía de amigos en el Anfiteatro de La Habana Vieja. Aunque alejada de los medios tradicionales, esta icónica figura demuestra que sigue siendo una presencia querida y activa en su comunidad, trascendiendo su papel inicial como “la rubia de Pateando la Lata”.