Western Union ha suspendido temporalmente sus operaciones de envío de remesas a Cuba, una medida que ha tomado por sorpresa a muchos, dada la importancia de estas transacciones para la economía de la isla. Según un representante de atención al cliente de la compañía, identificado como Ángel, la pausa en el servicio se debe a problemas técnicos en el sistema bancario cubano, aunque no se han proporcionado detalles específicos sobre la naturaleza de estos problemas.
La falta de comunicación oficial por parte del Banco Central de Cuba (BCC) ha dejado a muchos en la incertidumbre. Sin embargo, esta semana, el Banco Metropolitano, una de las entidades bancarias de la isla, informó a través de las redes sociales sobre «afectaciones en los servicios en sucursales y canales electrónicos de pago», aunque más tarde anunció que los servicios habían sido restablecidos.
Orbit S.A., la institución financiera no bancaria que gestiona las transferencias desde el exterior, no ha emitido comentarios sobre la suspensión del servicio de remesas. Es importante recordar que las remesas constituyen una de las principales fuentes de ingreso de divisas para Cuba, con estimaciones que superan los 50 mil millones de dólares en efectivo en los últimos 30 años.
La situación se complica aún más con el reciente anuncio del régimen cubano sobre un supuesto ataque informático a la corporación CIMEX, que habría afectado la ciberseguridad de las transacciones en las gasolineras de la isla. Este incidente ha interrumpido los planes del gobierno para actualizar los precios del combustible y su comercialización en divisas, lo que ha generado especulaciones sobre si los problemas técnicos en el sistema bancario están relacionados con este ataque cibernético.
La suspensión de las operaciones de Western Union llega en un momento delicado para la economía cubana, que ya enfrenta desafíos significativos. A principios de año, el gobierno anunció un aumento de más del 500% en el precio de la gasolina, como parte de un paquete de medidas económicas destinadas a enfrentar la crisis económica de la isla. Sin embargo, la implementación de estas medidas ha sido pospuesta indefinidamente, lo que ha llevado a la destitución de varios altos funcionarios, incluido el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
