En el contexto de la compleja dualidad monetaria en Cuba, la introducción de las nuevas tarjetas en USD por parte de Cimex ha desencadenado un intenso debate entre los cubanos. La frase “El que no conoce su historia está condenado a repetirla” resuena, ya que esta nación ha experimentado cambios monetarios, desde el CUC hasta el MLC, y ahora las tarjetas en dólares estadounidenses.
Las reacciones ante el anuncio reflejan un sentir generalizado de descontento. Comentarios como “Más inventos para recoger más dólares y darle menos valor al CUP” expresan la preocupación de la población sobre la devaluación de la moneda local y la búsqueda constante de divisas por parte de las autoridades.
La nueva tarjeta, denominada “Clásica”, se presenta como una “tarjeta de incentivos” que permite el pago de combustible en servicentros que operan en USD y en tiendas con punto de venta (POS) que aceptan esta moneda extranjera. Sin embargo, para muchos cubanos, esto es simplemente otra estrategia para recaudar divisas a expensas de la economía local.
Un joven economista emigrado resume la situación afirmando que esta medida es parte de la búsqueda incesante de divisas frescas después de la emisión y gasto de millones de dólares en MLC. La falta de opciones para pagar en MLC en los nuevos Cupet sugiere una dinámica recaudatoria más que una verdadera organización del sistema monetario.
La recargabilidad de estas tarjetas desde el exterior a través de tocopay.com o mediante la acreditación de efectivo en USD en la red de CADECA refuerza la percepción de que la medida está diseñada para atraer más divisas. Además, la no reembolsabilidad del saldo y la posibilidad de extraer efectivo en CUP a una tasa de cambio fijada por el Gobierno generan críticas adicionales.
Los comentarios en redes sociales reflejan el descontento generalizado, con ciudadanos expresando su descontento ante la continuación de medidas que afectan directamente al pueblo. Las críticas se centran en la pérdida de poder adquisitivo, la devaluación constante del CUP y la sensación de que las medidas gubernamentales están perjudicando a la población trabajadora.
La falta de competencia para Cimex y la dependencia de los ciudadanos de estas innovaciones generan una sensación de frustración y desventaja. La noticia, anunciada por Cimex, revela más desafíos económicos para los cubanos, quienes aún tienen por delante casi un año para enfrentar posibles medidas adicionales en el complicado escenario de la dualidad monetaria.