En la tranquila localidad de Piedrecitas, perteneciente al municipio Carlos Manuel de Céspedes en Camagüey, la paz se vio abruptamente interrumpida por un acto de violencia que culminó en tragedia. Un joven de apenas 18 años, identificado como Leandro Martínez Pelegrín, perdió la vida en un enfrentamiento con una pandilla, dejando una comunidad en luto y clamando por justicia.
El incidente, que se desarrolló en las calles de este poblado rural, involucró a Leandro en una confrontación con un grupo de jóvenes, cuyas edades oscilaban entre los 15 y 17 años. La pelea, de proporciones alarmantes, terminó con Leandro gravemente herido y en una carrera desesperada por salvar su vida.
A pesar de los esfuerzos, Leandro falleció en el camino al policlínico, sin recibir la ayuda necesaria en esos momentos críticos. La comunidad de Piedrecitas, consternada por el suceso, se ha volcado a las redes sociales para expresar su dolor y su indignación ante la falta de intervención y solidaridad de algunos presentes durante el altercado.
María Karla Tamayo, una de las voces que se ha alzado en busca de justicia, cuestiona cómo es posible que testigos del hecho no intervinieran para detener la violencia o para prestar auxilio a Leandro. La inacción de un camionero y un cochero, quienes se negaron a transportar al joven herido, ha sido especialmente criticada, señalando una falta de empatía y humanidad alarmante.
La comunidad y los allegados a Leandro exigen que se haga justicia y que los responsables de este acto sean juzgados con todo el peso de la ley, considerando la gravedad de sus acciones. La pérdida de un joven en circunstancias tan violentas ha dejado una herida profunda en Piedrecitas, una que solo podrá comenzar a sanar con la certeza de que se ha hecho justicia.