En los últimos meses, el Gobierno cubano reconoció el fracaso del reordenamiento monetario, calificándolo de «ineficaz». Aunque este reconocimiento se hizo en el Parlamento, muchos cubanos se preguntan si alguna vez se les consultó sobre esta política que ha afectado directamente sus vidas. En un intento por conocer la opinión de la población, el medio Cuba Noticias 360 abrió espacio en sus redes sociales para que los internautas definieran, con una sola palabra, lo que para ellos representó el reordenamiento.
El consenso entre las respuestas reflejó un descontento generalizado. Términos como «desastroso», «aberrante» y «catastrófico» dominaron los comentarios, mostrando la percepción negativa que los cubanos tienen sobre una política que inicialmente buscaba mejoras pero terminó empeorando la situación económica del país.
La población expresó su descontento a través de comentarios como «más pobreza y miseria» y «caos». Las redes sociales se convirtieron en un espacio donde los cubanos no dudaron en compartir sus opiniones, destacando el impacto negativo del reordenamiento en la vida cotidiana.
Los internautas también reflexionaron sobre la falta de efectividad de las medidas gubernamentales. Algunos comentaron que el reordenamiento resultó en «desorden monetario», evidenciando la pérdida de valor del peso cubano. La crítica se dirigió hacia la percepción de que las leyes y medidas implementadas no están logrando recuperar la economía, generando incertidumbre sobre el futuro financiero del país.
Este rechazo se acentúa al recordar que, durante más de una década, se estudió el reordenamiento, y aún así, las decisiones parecieron no tener en cuenta las advertencias de expertos económicos. La demora en reconocer los problemas y finalizar el intento de reordenamiento también generó críticas, considerándolo un claro ejemplo de «mediocridad» y «desvergüenza» por parte de quienes diseñaron y dirigieron estas políticas.
Economistas prominentes como Omar Everleny y el Dr. Juan Triana Cordoví han señalado que la «Tarea Ordenamiento» fue correcta en teoría, pero se implementó en el momento equivocado y con una secuencia de decisiones errónea. La falta de eficiencia del modelo de economía dirigida centralmente también ha sido resaltada como un problema fundamental que requiere atención.
