En una decisión que ha tomado por sorpresa a muchos, el Gobierno Cubano ha anunciado la suspensión de todas las acciones de compra-venta de ganado mayor entre particulares en todo el país a partir del 15 de febrero. La medida, según el Ministerio de la Agricultura (Minagri), está relacionada con “acciones de control” sobre la masa ganadera y formará parte de una investigación a nivel nacional.
Arián Gutiérrez Velázquez, director general de Ganadería del Minag, explicó en una entrevista con el diario oficialista Granma que esta suspensión es necesaria para llevar a cabo “una acción de control especial, con uso limitado, que permitirá disponer de una caracterización de la situación actual del sector ganadero en Cuba”.
La investigación tiene como objetivo realizar una profunda actualización del Registro Pecuario del país, que incluye un censo de ganado mayor vacuno, équido y bufalino. Gutiérrez Velázquez destacó que esta acción es parte de un ejercicio conjunto de control a la posesión, uso y legalidad de la tierra, dirigido a todos los propietarios naturales y jurídicos.
La actualización también abarcará un registro detallado de los productores, tenentes y trabajadores contratados del sector ganadero, así como de equipos, tecnologías e insumos para la producción de ganado mayor. La idea principal es paralizar las acciones de compra-venta para realizar un conteo general.
Para evitar sorpresas, Gutiérrez Velázquez aseguró que el ejercicio de control no se basará en visitas sorpresivas, sino que los propietarios serán notificados con antelación sobre el día en que la comisión visitará sus fincas.
El plan se llevará a cabo en varias etapas. En un primer momento, se realizará el censo de los tenentes de ganado bufalino y vacuno, seguido de la campaña de verificación equina y, por último, se efectuará el cambio de propiedad para actualizar la tenencia de ganado mayor.
Aunque la suspensión es general, hay una excepción para aquellas personas que necesiten vender su ganado durante el período de veda. Podrán hacerlo siempre y cuando argumenten una causa mayor, vendan el ganado al Estado y cuenten con la autorización de las entidades estatales.
A pesar de las cifras oficiales que registran más de 200,000 tenentes de ganado vacuno y bufalino, tanto naturales como jurídicos, y cerca de 167,000 de équido, los propios funcionarios reconocen que estas cifras pueden ser cuestionables, dada la reciente ola de violencia en las zonas rurales, donde la escasez de alimentos y dinero ha llevado a delincuentes a robar y sacrificar ganado mayor para su consumo y comercialización.